¿Concedes perdón y solicitas perdón con facilidad, o te das cuenta de que se te queda resentimiento en la base del tazón aunque no quieras?
Junto con la humildad, perdonar me parece otra de las acciones complicadas para cualquier persona, pero curiosamente más para algunas personas que nos dedicamos a estudiar espiritualidad.
¿Por qué lo digo? Por que a veces, las personas espirituales tenemos altas aspiraciones del Mundo, quisiéramos creer que este es un lugar justo...y aunque en cierto sentido lo es, no lo es ni a la velocidad ni a la manera en que quisiéramos verlo...y que bueno.
En este mundo, todo tiene su ritmo, que no está para contentarnos sino para desenvolverse con toda la parsimonia que sea necesaria para configurar correctamente todas las situaciones. Es como el proceso de maduración de una fruta, puedes favorecer o entorpecer que suceda, pero hay un rango de lo posible y no es tan conveniente tratar de precipitarlo, así como a un bebé no se le puede gestar por completo en procesos express.
La justicia no está para darnos gusto, sino que es parte de la intrincada maquinaria del Universo, que aunque a veces cueste creerlo, de acuerdo con los maestros y lo escrito en la sabiduría de la Kabbalah, está basada en misericordia y tenderá a balancear todo.
Perdonar es más una necesidad del humano que del Mundo, porque este tiende al balance y a que lo que siembres, coseches sin prisa pero sin pausa, y a veces lo que nosotros juzgamos como imperdonable es tan solo la mecánica para que el mundo gire danzando a su ritmo, creado la vida y sus giros.
¿Cómo andas de perdón? ¿Eres secretamente de los que está esperando que el largo brazo del destino se manifieste sobre el que te la hizo y que parece que nunca te la tendrá que pagar? Pues noticias de último minuto, quizás como sucedieron las cosas 1) fue el acuerdo entre dos para lograr algún objetivo que no comprendemos del todo, pero que así como va está bien 2) tal vez jamás contemplemos como el largo brazo del destino ajusta sus cuentas porque no está para contentar a nuestro ego sino para desarrollar una trayectoria infinita que trae lo que sigue, lo que sigue, lo que sigue, infinitamente.
¿Perdonar en lo humano es o madurar y superar , o es entender y asimilar, o es reconciliar y olvidar? Tal vez solo sea tomar distancia y comprender que así como fue, fue lo mejor que pudo ser y la manera de abrir puertas que no estaban disponibles a nuestra percepción sino gracias al despertar que nos provoca un evento que sentimos injusto...pero desde la perspectiva superior, finalmente necesario.
¿Tu que crees o que sientes al respecto?
Me parecerá interesante si gustas comentar.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
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