Sábado, 15 de junio de 2013
En todas las grandes historias, desde los
cuentos de hadas hasta los mitos, siempre hay una trama en la que alguien va más
allá de sus limitaciones aparentes.
No tenemos que ser el Príncipe Encantado o Pocahontas para elevarnos por encima de nuestro estado actual. Todo lo que necesitamos es liberarnos de nuestra zona de comodidad.
Ése es el camino hacia un “felices para siempre”.
No tenemos que ser el Príncipe Encantado o Pocahontas para elevarnos por encima de nuestro estado actual. Todo lo que necesitamos es liberarnos de nuestra zona de comodidad.
Ése es el camino hacia un “felices para siempre”.
Yehuda Berg
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Es fácil decirlo, no tan fácil identificarlo en la propia vida, porque cuando la cosa se pone de verdad incómoda, nuestro raciocinio, ese que sabe explicar tan bien las cosas en otros momentos, se vuelve una nada ante algo que es el verdadero contrario del amor y de la Luz: el miedo.
Hablando de cuentos, Bella podía haber sucumbido al miedo hacia la Bestia...¿Es lógico huir de un monstruo no? Jazmin no ver el diamante en bruto que era Aladdin, El Príncipe no reconocer de entre de sus cenizas a Cenicienta, o el Blanca Nieves no despertar del sueño de la muerte si el Príncipe no hubiera creído en la fuerza del amor para liberarla. =)
Son historias que parecen infantiles, pero que en realidad no surgieron como tal. No se escribía para los niños sino para los adultos y sus inconscientes colectivos. Hay estudios serios acerca de eso y los arquetipos, esos significados compartidos por la humanidad en la que la constante es distinguir entre la Luz y la oscuridad, entre el Bien y el Mal, entre la libertad del Alma y la esclavitud del ego.
La Torah tiene un formato similar, son historias que nos pueden parecer fantasías, pero que hablan a nuestra Alma más que a nuestra mente.
En esta sección Miriam, la hermana de Moisés muere, y con ella se seca el manantial que la seguía y de la cual todos los israelitas bebían. Esto nos habla de la importancia de la misión personal hacia todos los demás y ante su ausencia, a la importancia de encontrar el mérito de nuevamente contar con agua espiritual...
En Chukat, la porción en que vamos, Di-os le dice a Moisés que levante su báculo y le hable a una piedra para que de ella mane agua nuevamente. Moisés no sólo le habla sino que la golpea con su báculo y con ello hace una acción física para que la gente tuviera algo que "ver para creer".
Se comenta en muchos casos que ese pegarle a la piedra le costó a Moisés que Di-os no le dejara entrar a la tierra de Israel, pero en realidad no es así. Me explican mis Maestros que por lo que Di-os no lo dejó entrar es porque aún los israelitas no estaban listos en consciencia para entrar a la Tierra Prometida, ya que la era mesiánica hubiera llegado sin estar listos y les hubiera dejado a mitad del proceso.
Nosotros somos esos israelitas que estamos completando el proceso de tener certeza en el Creador y de no tener que golpear piedras para poder creer en la grandeza y el orden de Di-os.
La espiritualidad no es "ver para creer" sino "creer para ver", pero eso es muy duro para nuestros egos. =) Sin embargo es poner el caballo enfrente de la carreta y no al revés.
Haz un experimento (si quieres). Elige tu cuento favorito, tu personaje favorito ¿Porqué es tu favorito? ¿Qué te llama de esa psique interna de la historia que poderosamente habla a tu Alma? ¿Cómo resuelve su reto? ¿Cómo te sirve saber eso a ti?
Espero que encuentres un mensaje claro y diáfano a partir de esto.
Shabbat Shalom Querida Comunidad
Prana Raquel Pascual
Imagen http://www.mi-web.org/miembros/49781-camila055/fotos/66024-manantial
