domingo, 28 de mayo de 2023

El esfuerzo personal


Esta semana que comenzamos se llama Behaaloteja que algunas fuentes nos dicen que se traduce como "cuando asciendas, otra nos dice cuando elevas las lámparas (las luces). Es una porción en la que se habla de cómo Di.os instruyó a Moisés para crear la menorá (el candelabro) de una sola pieza, con unidad. Hacerlo en piezas no hubiera sido tan completo, pero hacerlo de una sola pieza representó mucho más complejidad, y es la palabra unidad una clave para nosotros, "ser de una sola pieza" de inmediato nos hace pensar en Integridad y qué entendemos por eso.

Seguramente a lo largo de esta semana tendremos más reflexiones al respecto. Una de ellas que trabajaré hoy es acerca de que no solo hay que ser, sino que hay que merecer, y esto lo vemos porque leemos acerca del rol de los levitas, una tribu dedicada al servicio del tabernáculo y posteriormente, del Templo.

Estudiamos:

"El proceso de preparación para realizar los deberes de un levita es explicado en este versículo, que el simple hecho de que alguien fuese Levita no quería decir que estaba automáticamente calificado para trabajar en el tabernáculo.

Esta sección nos ayuda a entender que estar en una posición de poder no necesariamente nos da derechos o privilegios, primero se requiere un proceso de devoción y disposición. No tenemos un derecho inherente de recibir algo sin pasar por el proceso de ganárnoslo por cuenta propia.

Después de pasar por su preparación y entrenamiento, los levitas (en lugar de los primogénitos), realizaban el servicio del tabernáculo y posteriormente el del templo. Ellos eran como un escudo protector, un filtro para evitar que las personas recibieran demasiada o muy poca luz.

Interesante la especificación que se hace de que ya no eran los primogénitos los que hacían el trabajo meritorio, sino alguien que se lo tenía que ganar.

¿Llegaste a pensarlo también? ¿Por qué simplemente por ser primogénito debieras tener todas las responsabilidades pero también todos los privilegios? No parecía justo, o al menos no daba opción ¿Qué hacer si eso ya estaba destinado? ¿Para qué esforzarse? En este momento comprendemos que el mérito es de quien lo trabaja. Los que no somos primogénitos podemos sentir que también entramos al juego. No es competencia de nada, pero es una invitación a participar también en el juego de lo no destinado y ser honorable y exitoso por tus propios esfuerzos personales, lo cual entusiasma.

¿Tu te sientes honorable y exitoso con lo que has hecho hasta este momento? Seguramente estás aún a tiempo de lograr esa percepción interna, solo hay que estar dispuesto a lo que conlleva, trabajo, dedicación y sobre todo, desarrollo de la consciencia.

Feliz domingo Comunidad, otro gran mensaje que capto es que no todo es predestinado. Hay mucho en esta oportunidad que podemos hacer por deseo y esfuerzo personal de lograr nuestra Integridad.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach

Imagen https://www.sefiracreative.com/

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