sábado, 11 de mayo de 2024

Ecos en el tiempo


Netzaj de Tiferet, hoy son dieciocho días del Omer

Persistencia en Compasión

Tener compasión un día es cosa buena. Ser constantemente compasivo aún mejor, pero pensemos con mayor curiosidad aún: ¿Qué nos puede decir la persistencia combinada con la compasión y el balance?

La persistencia en compasión nos habla de sembrar a futuro. Hacer que la compasión y sus frutos trasciendan los límites del tiempo.

Es una energía que verdaderamente tendrá ecos en el tiempo. La esperanza de quien educa quizás es que en el otro también crezca la semilla de la justicia y pueda ejercerla también con maestría cuando esté en edad de replicar lo recibido.

Les comparto una historia que se cuenta en el país Sudán, pero quien sabe cual sea su origen verdadero, lo que sabemos es que lo que dice es verdad:

El sembrador de dátiles

En un oasis en el desierto, se encontraba un anciano de rodillas, a un costado de algunas palmeras datileras.

Un joven mercader, se detuvo en el oasis a abrevar sus camellos y vio al anciano, que parecía cavar en la arena.

Tras saludar al anciano, le preguntó con curiosidad: -«¿Qué haces aquí, con esta temperatura, y esa pala en las manos?».

-«Siembro» -contestó el viejo.

 -«¿Qué siembras aquí?».

-«Dátiles» -respondió el anciano mientras señalaba a su alrededor el palmar.

-«¡Dátiles! El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. Ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una copa de licor».

–»No, debo terminar la siembra. Luego si quieres, beberemos».

El joven dijo al anciano: -«Mira, amigo, las datileras tardan más de cincuenta años en crecer y sólo cuando son palmeras adultas están en condiciones de dar frutos. Yo no te deseo ningún mal, pero tú eres ya anciano y sabes que difícilmente puedas llegar a cosechar algo de lo que hoy siembras. Deja eso y ven conmigo.»

El anciano contestó: -«Joven, yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con probar esos dátiles. Yo siembro hoy, para que otros puedan comer mañana los dátiles que hoy planto.»

 -«Me has dado una gran lección. Déjame que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me diste» – y diciendo esto, le puso en la mano al viejo una bolsa de cuero.

-«Te agradezco tus monedas, amigo. Ya ves, tú decías que no llegaría a cosechar lo que sembré, y sin embargo mira, todavía no termino de sembrar y ya coseché una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo.»

Trabaja persistentemente en obras que tengan ecos en el tiempo 😉

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach

Basado en el post de este mismo blog 24 de abril de 2023

Historia vox populi  e imagen encontrada en https://pedrorodriguez2.wordpress.com/2018/05/22/el-sembrador-de-datiles/