El propósito de estudiar espiritualidad no es sólo abrir la mente, sino el corazón.
Karen Berg
_____________
Hoy estudiando la Biblia explicada desde la Kabbalah, me encontré la historia de ese hombre pobre llamado Yosef, que vivía en Jerusalem, que una noche soñó que debajo de el palacio de la ciudad de Vilna en Lituania, se encontraba un tesoro enterrado. Al despertar el hombre interpreta el sueño como un mensaje claro de que tenía que ir a buscar ese tesoro, así que sin más pensarlo, se lanza a la jornada.
Al llegar a ese palacio, se encuentra que está custodiado por soldados. Al interrogatorio que le hace uno de ellos, el hombre decide decir la verdad de su viaje, y declarar que su intención era cumplir un sueño que había tenido en el que encontraba un tesoro enterrado ahí, a lo que el soldado se ríe y le dice "Pobre hombre, si yo creyera todo lo que me dicen mis sueños, yo ahora emprendería el viaje a la vieja ciudad de Jerusalem donde vive un hombre llamado Yosef, que en el patio trasero de su casa tiene un tesoro enterrado."
En ese instante, Yosef entiende por completo el mensaje y emprende de inmediato el viaje de regreso a su propia casa en Jerusalem, a encontrar el tesoro enterrado en su propio patio.
La historia seguramente ya se las había contado aquí en el blog o seguramente ya la habían oído --es bastante famosa-- y muchas veces la relacionamos con la idea de que todos tenemos un tesoro en nuestra propiedad (personal - espiritual) y que tenemos que descubrirlo, sin embargo aquí, la lectura nos llama la atención hacia el tema de ser capaces de escuchar y tomar acción.
Generalmente son muchas personas las que oyen, pero pocas las que escuchan y entienden, la mayor parte de nosotros nos contentamos con el confort de oír, pero no muchos tomamos realmente la decisión de llevar acciones al respecto con lo que llega a nuestros oídos.
Igualmente que con la espiritualidad, algunos de nosotros nos contentamos con un buen sermón dado por alguien con rostro pío y voz enérgica, algunos nos basta con un profesor que diga palabras interesantes y que nos parezcan novedosas, pero pocos estamos atentos a cada mensaje que podamos recibir que venga dirigido a nuestra consciencia para que de verdad tomemos una acción diferente y responsable para nuestro crecimiento espiritual.
Es como ir a misa sólo por el algodón de azúcar que hay a la salida, ja ja :-)
Lo que de verdad hace la diferencia es tomar acción.
¿Tu de que grupo eres? ¿De los que sólo lee o escucha o de los que se ponen en marcha en cuanto escuchan algo que será importante hacer para su crecimiento personal?
Esta es una cuestión entre tú y tu Alma. ¿Qué te dices a ti mismo, hoy mismo? ¿Oyes o Escuchas y tomas acción? :-)
Feliz día
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt| Coach
Historia contada libremente a partir de Vayak'hel / Kabbalistic Bible editada por Kabbalah Centre International.
