viernes, 29 de julio de 2022

Qué, cómo, por qué y para qué

 


Un secreto revelado por el maestro kabbalista Baal Shem Tov, el Maestro del Buen Nombre (un rabino que vivió en Ucrania entre 1698 - 1760) y quien fue el fundador del jasidísmo), es acerca de los efectos de abusar de nuestra suerte en un sentido espiritual.

¿A qué se refería con esto?

Por ejemplo, nos decimos a nosotros mismos: me comportaré de forma negativa solo por hoy y solo seré un poco malo. Pensamos que tenemos cierto puntaje a favor pero sin embargo, esto resulta en extremo riesgoso ya que podemos descender rápidamente la escalera espiritual hasta el punto en que ni siquiera recordemos la existencia del Creador.

Suena increíble pero es verdad. En otros momentos lo hemos llamado las pequeñas puertas, o lo que decimos con algo de humor en México: una cosa llevó a la otra. Podemos pensar que nuestro "marcador a favor" en acciones positivas o en haber estados esfuerzos de transformación, nos podrán salvar de la inclinación al mal, pero debemos recordar que esta es muy atractiva puesto que es muchísimo más fácil y más espontánea que la restricción.

Está escrito en el Kriat Shemá, la oración que se recita antes de ir a dormir: "ten cuidado, no sea que tu corazón sea seducido y te vuelvas para adorar a otros dioses."

Los sabios explican que cuando una persona no está involucrada espiritualidad, está involucrada en la idolatría. Aun cuando pensemos que esa tentación no puede tomar el control, debemos reconocer que nuestra tendencia es hacia la fiscalidad, y que es ahí donde el lado negativo nos atrapará. Por lo tanto, debemos hacer cada esfuerzo posible para superar todas las tentaciones, aún las aparentemente pequeñas.

Algo que yo suelo practicar -puesto que por supuesto me ha pasado-, es nunca dejar un evento negativo sin revisar, sin estudiarlo: qué, cómo, por qué y para qué sucedió esa desconexión. 

Por lo general no cometo acciones de herir a alguien intencionadamente, pero por supuesto que muchas veces hay quien tiene una llave para acceder a mis dolores de ego más agudos, gente que me toma desprevenida y que desencadena una reacción que incluso tiene efectos físicos-químicos de malestar corporal por horas que me molestan más por permitirlos, que por lo que realmente son de importantes en mi vida real.

Ser espiritual claramente no es ser perfecto. Es mucho más parecido a ser constante y ser consistente y auto-observante. Esa es mi experiencia.

¿Cuál es la tuya?

Shabbat Shalom cuando sean visibles las tres primeras estrellas en el firmamento nocturno.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach

Imagen http://www.disneyfilmproject.com/2012/09/alice-in-wonderland.html