Martes, 5 de enero de 2016
Siempre debemos preguntarnos por qué hacemos lo que hacemos y por qué queremos lo que queremos.
Por ejemplo, digamos que quieres tener la casa más hermosa o celebrar las fiestas más espectaculares. ¿Por qué quieres esas cosas? ¿Es porque quieres que la gente sepa quién eres, te admire o te respete?
¿O es porque quieres que la gente se sienta a gusto en tu casa para poder compartir entre todos?
Para crecer a nivel espiritual debemos esforzarnos por tener una conciencia de compartir. ¿Deseas esto o aquello sólo para estimular tu ego y tu comodidad? ¿O lo quieres para compartir más con el mundo?
Karen Berg
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Buenos días Comunidad, se adelantó un día el regreso así que espero que estén contentos como yo de retomar la ruta juntos ahora mismo.
Estamos recorriendo la segunda porción del libro Shemot, traducido en la generalidad como Éxodo, aunque sabemos que no es la traducción correcta.
Esta porción se llama Va'era, y es bastante famosa porque es cuando sucede la negociación de Moisés con el Faraón para libertar a los israelitas de la esclavitud de Egipto.
La historia es extraña por sí misma porque las cosas que suceden parecen no tener lógica alguna.
La palabra Faraón viene del hebreo oref que quiere decir "nuca", la parte de atrás de nuestro cuello, lo que no vemos de nosotros mismos, es decir, nuestro ego, así que podemos entender que esta porción nos está enseñando acerca de cómo funciona ese Ego.
Rabí Jaim Vital nos dice que el ego es la fuerza que apaga nuestra consciencia y nos aparta de ver la Luz, es la limitación del entendimiento.
Es curioso porque por más que Moisés le mandaba y mandaba plagas, el Faraón lo seguía dejando entrar al palacio, es extraño...pero ¿No es acaso algo que nos sucede una y otra vez a todos nosotros?
¿Te has fijado cuántas veces dejamos entrar el mismo pensamiento una y otra y otra y otra vez a nuestra cabeza? Parece irreal y sin embargo somos como polillas que nos permitimos dar "n" vueltas inútiles al mismo tema una y otra vez. Y lo revisamos, y lo rumiamos mil veces.
Generalmente un pensamiento obsesivo nos mostrará algo que nos consume la energía y que es parte de nuestro pensamiento del ego.
¿Crees poder reconocer cuando ya estás involucrado en un patrón destructivo una vez más? ¿Podrías identificarlo y tratar de observarlo de una manera diferente sabiendo que es parte de tu ego que está tratando de bloquearte del entendimiento?
Ese sería gran avance. Si ahora además pudieras llegar a detectar la causa estarías de verdad llegando al cuartel general de tu Satán, pero bueno, de eso se trata nuestro trabajo.
Vamos a trabajar Comunidad, detecta donde ya volviste a caer en "ese viejo miedo" que te dispara alguna acción, o ese viejo orgullo que siempre te atrapa, o esa maña de aislarte, o cualquier manifestación de conducta que dices "oh diantres, una vez más le dejé tomar control"...
Feliz 2016 Comunidad, abrazo fuerte
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt
