DOMINGO 4 DE OCTUBRE DE 2009Nuestras opiniones de los demás nos sirven. Nos mantienen apartados, solos en nuestra isla, donde nadie puede tocarnos. Nos mantienen protegidos de nuestro dolor.
Hoy, nota cómo opinas de otros, pensando que eres mejor, más listo, más rico, más feliz. Pon atención a cómo esto te mantiene apartado, y a salvo.
Yehuda Berg
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Ayer que estabamos bajo la maravillosa energía de la Sukká, una especie de cabaña que se construye con techo de palma que permite ver hacia las estrellas y que nos permite estar bajo la Or de Chassadim, la Luz de Misericordia que está disponible estos siete días a partir de la noche del viernes.
Ahi celebramos Shabbat y ahi Shimon, nuestro Maestro hizo una sesión abierta de preguntas y respuestas para permitirnos con ello permanecer aún más rato dentro de ese lugar.
Una de las preguntas que alguien expuso fue, "cual es la diferencia entre opinión y juicio". La respuestá más o menos decía así: con una opinión ponemos un límite entre dos realidades o temas pero no necesariamente distinguirlos me molesta. Un juicio va con un elemento o carga de molestia.
Los distinguió como que una puede tener incluso una utilidad porque de ahi puedo tomar la decisión de ayudar o de hacer algo, pero el otro no porque va con una carga de negatividad inmiscuída.
Sin embargo, leyendo hoy a Yehuda estoy reflexionando que una opinión que no se mueve por mucho tiempo, o toma alguna dirección encaminada por la consciencia, o puede volverse una pared y mutar en juicio, ya que si no la cuestionas puede volverse mucho más que un parámetro, una barrera de inacción o de incomprensión que puede separarte de los demás.
Peor aún, me parece que una opinión que no está dispuesta a tener ruta de transformación puede llegar a funcionar como una frontera hacia un reconocimiento de ti mismo que te inmovilice.
Muchas veces bordeamos en esa delgada linea en la que una opinión que nos generamos, podría auto-determinarse una identidad que quede en "el cajón de los temas que dejamos de cuestionar" y que ese es el riesgo que todos corremos al dibujar una opinión de nosotros mismos o de nuestra circunstancia: instalarnos.
Una opinión nos sirve de brújula para un viaje, pero creeme que no se necesitas ya de ella cuando das por terminado el trayecto, así que si queremos seguir andando (que espero que sí), hay que estar dispuestos a cambiar de lugar las opiniones tanto de los otros como de nosotros mismos si no queremos un día --sin darnos cuenta-- ver que reconvertimos nuestras opiniones en juicios que nos inmovilizaron.
Replentea hoy tu punto de vista, no limites, da oportunidad a La Luz de entrar en lugares que antes ni siquiera hubieras pensado.
Que tengas un año pleno de "Or de Chassadim" en nuevos espacios de tu vida, Luz de Misericordia. =)
¡¡Feliz domingo!!
Prana Pascual
Imagen: http://annemarieasl.tumblr.com/
