La porción de Pinjás inicia justo cuando termina Balak, y toma su nombre de Pinjás, el nieto de Aarón.
Balak representa la energía de la confusión, el caos y la
duda, así como la posibilidad de que fuerzas externas nos desvíen de nuestro
propósito. Cuando el pueblo cae en la negatividad, se abre una brecha
energética que permite la entrada del caos (la plaga).
Pinjás, por otro lado, simboliza la capacidad de intervenir,
transformar y restaurar el equilibrio a través de la acción decidida y la
conexión con la Luz.
La porción de Balak prepara el escenario mostrando la
vulnerabilidad ante la negatividad, mientras que Pinjás revela el poder de la
transformación y la sanación a través de la acción espiritual y la certeza.
Ambas porciones, unidas, enseñan el ciclo completo de caída y redención,
esencial en el trabajo interno kabbalista.
La
tradición explica que la fuerza de Israel residía en su voz (la oración, el
estudio y la cohesión social). Mientras el pueblo mantuviera la armonía y
evitara la crítica y el conflicto interno, ninguna fuerza externa podía
dañarlos, ni siquiera la magia o la maldición de un hechicero tan renombrado
como Bilaam.
La historia enseña que las amenazas externas no pueden dañar a un pueblo o individuo que mantiene su integridad interna y su conexión espiritual.
Cuando surge el peligro desde
adentro, la única solución es la acción consciente y ética, representada por
Pinjás, que restablece el equilibrio y la protección.
Esta semana estaremos estudiando al respecto de este que puede ser el arquetipo de dicha conducta desapegada de su ego y comprometida con su ética.
Feliz domingo Comunidad
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
Fuentes varias entre ellas El Centro de Kabbalah Internacional
Imagen https://www.bet-el.org/old/BetelSemana_Parasha_PINJAS_2013.html