lunes, 12 de octubre de 2015

Ve en tu interior. Lunes 12 de octubre de 2015


Lunes 12 de octubre de 2015

Puede ocurrir que algo que hicimos hace diez o quince años regrese a ajustar cuentas, y nos afecte en alguna forma de juicio o caos personal en nuestra vida. Solemos ver la situación y decir: “¡Vaya! ¿Qué hice para merecer esto? ¿Por qué me ocurre esto? Todo estaba tan bien y ahora, de repente, perdí mi camino. No tengo el mismo equilibrio. Cambió mi pericia para los negocios”.
Sin embargo, lo más probable es que nuestra pericia para los negocios no haya cambiado. La razón por la que enfrentamos lo que sea con lo que estemos lidiando en este momento es que, en determinado momento, en esta vida o en una pasada, tomamos algo que no debíamos tomar, fuimos a un lugar al que no debíamos haber ido o fuimos demasiado avaros. Las consecuencias de lo que hicimos anteriormente están surgiendo en nuestra vida y no tenemos idea de dónde vienen porque no estábamos conscientes en aquel momento, incluso cuando nosotros fuimos quienes ejecutamos la acción.
Todos tenemos la tendencia de ver el problema, evaluar las circunstancias y luego culpar a otra persona, solemos usar una variante de las siguientes acusaciones: Ella me hizo esto. Él me dejó. Esta persona murió. Esa persona me estafó.
Sin embargo, decimos algo como esto mientras perdemos de vista la idea: que lo que vivimos es un reflejo de lo que está en nuestro interior. Cuando algo ocurre, en lugar de buscar a quien culpar, el enfoque más efectivo es comenzar a preguntar: “¿Qué fue lo que hice que creó el espacio para que ocurriera este suceso lamentable?”.
Constantemente lo buscamos fuera de nosotros, reaccionamos ante nuestras situaciones negativas de vida y relaciones, y caemos en el arrepentimiento o en la culpa por el pasado o la ansiedad por el futuro. Lo exteriorizamos porque aún no hemos entendido que todo lo que necesitamos está aquí en el presente. El “mí” y el “yo estoy” existen en el presente. Esa es la parte de mí que crea todo en mi vida. Todo.
Entre más reflexionemos y nos limpiemos internamente, en lugar de exteriorizar para conseguir una solución rápida o para culpar a alguien, más grande será nuestro poder para asumir el control de nuestra vida.

Karen Berg
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Un mecanismo muy interesante que usamos los humanos para resolver nuestras querellas es la proyección. Ponemos en el otro todo lo malo que sucede, las cosas que estuvieron incorrectas, el que me vio feo, el que me habló mal, pero si, realmente vemos hacia nuestro interior veremos que siempre hay un ganchito en el que estamos colgados / enganchados nosotros mismos.

Nada que te moleste en este mundo es ajeno a ti. Si te molesta es que algo en ti tiene el reactivo necesario para que encienda la llama de la situación.

Con eso en mente, cuando señalemos a los otros podemos en lo más intimo de nosotros mismos "¿Y yo sinceramente porque estoy involucrado con esto?" Y a buscarle.

Sé que es molesto, además de que estás ya enojado voltear a ver tu que pones tu en ello.

Nunca nadie nos ha dicho que el trabajo espiritual es cómodo. :-)

Lo sé por experiencia. :-)

Feliz día Comunidad ¡A trabajar!

Prana Raquel Pascual