MIÉRCOLES, 6 DE JULIO DE 2011
Cuando un pedazo de madera no se quema, tritúralo y éste encenderá. Lo mismo ocurre con el cuerpo y el alma. Cuando nuestros corazones son rotos y nos quitan nuestra corteza a golpes, es sólo para que nuestras almas puedan brillar.
O para ponerlo de otra forma, las presiones de la vida son las que nos trasforman de carbón a diamantes. Sigue brillando, diamante loco (Shine On You Crazy Diamond de Pink Floyd).
Yehuda Berg
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Nadie somos quienes realmente podemos ser, la verdad es que somos a los ojos del mundo y de nosotros mismos, lo que hemos logrado revelar.
Lo que se ve desde afuera es en gran medida, lo que llamamos klipot (Cáscaras) que apenas van dejando ver algunos de los destellos del interior de cada uno de nosotros. Nos deja ver una forma engañosa aún porque no hay forma de unir los puntos cuando no está aún suficientemente traído a la Luz.
Y dicho sea de paso, de adentro hacia afuera...también hacemos lo que podemos con lo que logramos ver a través de esos velos que nos cubren los ojos, los que cubren a quienes nos rodean. No es poca cosa. Mucha sombra.
Me parece este plano de percepción, fuera una especie de "atisbo" lo que hacemos hacia el mundo de lo luminoso por lo cual no debieramos declararnos en juicios absolutos nunca.
Sabemos que a veces es importante tomar postura, pero saber que la vida cambia y las klipot se añaden o se restan y eso va dando un color distinto donde fondo y forma empiezan a tener mejor definición. Ninguna situación o persona es estático.
Te he estado mencionando la porción de la Torah de esta semana, se llama "Balak" (quien era Rey de Moav), alguien que odiaba a los israelitas y que les quería maldecir. Para ello, llama a Bilaam, un hechicero muy poderoso para que le ayude.
Es interesante ver que la porción se llame como "el malo de la película" ¿No? =)
Pero en realidad habla de la negatividad que nosotros podemos tener...y vas a ver cual es.
Balak era el maestro de la mala palabra (lo que llamamos lashon hará, la mala lengua, hablar mal de los otros, que ya sabemos que es muy dañino) Bilaam por su parte, era maestro del mal de ojo, de ese daño que se hace viendo con envidia, con rabia etc.
Como sabemos que la Torah nunca se lee directo, sino entendiendo el código, veremos que el nombre combinado de estos seres nos habla de la palabra en arameo para CONFUSION.
Ambos representaban a su vez a la nación de Amalek, que es el código para la palabra DUDA.
¿Cual es el gran daño de la mala palabra y el mal de ojo? Que limitan. Crean confusión y duda y ocultan lo que de verdad es el potencial.
Una vez que expresas lo malo, lo negativo de algo o alguien, es muy difícil volver la vista nuevamente a lo positivo o luminoso, te ha atrapado la percepción del mal y es dificil desembarazarse de eso, dejar de estar fijo en lo oscuro, demandará un esfuerzo muy proactivo, por tanto, de tu consciencia, que es la única que puede hacerlo.
Por algún motivo en esta porción, cuando estos hechiceros intentan maldecir, Di-os no se los permite. Hay una frase extraña que dice: Di-os no escuchó a Bilaam y cambió la maldición en bendición "porque Di-os te ama" ¿Qué quiere decir esto? Cuando habla de amor, habla realmente del poder de la unidad, de lo que no tiene separación, cuando sólo hay unidad con la Luz.
El Zohar dice que una persona está protegida cuando el poder del amor está presente, cuando hay unidad con la Luz. Hay protección y nada puede dañarte. Esta conexión es la opuesta a la confusión.
¿Qué te quiero decir hoy con esto?
Todos tenemos capas que nos cubren. Todos tenemos velos que no nos permiten ver, pero eso no resta el verdadero valor de nuestra Alma que es una. Nunca se fragmente nunca se daña. Es unidad con la Luz.
Inyecta misericordia a tu manera de ver y verte. Inyecta misericordia a tu manera de expresarte de los demás y de ti mismo. No eres (ni nadie lo es en este plano) potencial completamente manifestado, hacerlo es como maldecir a la futa verde que está creciendo en el árbol...¡Hey! Aún está en el proceso ¡No hay porque ensañarse tanto!
Cada uno de nosotros, es lo que hasta este momento ha podido ver, lo que ha sido capaz de manifestar con todas las capas que lo cubren. No podemos emitir un juicio tan severo pero si podemos apurarnos a querer retirar de nosotros esas capas, porque como vemos, nos separan de los demás e incluso de los que podemos llegar a ser, así como de tomar decisiones basadas en la verdad.
La culpa, el sentirse mal con uno mismo no ayuda. Por supuesto que la confusión tiene el antídoto de tomar responsabilidad. Hay que entender que si no te esfuerzas por quitarte esas cargas, estarás partiendo siempre de bases equívocas.
Si, hay que esforzarse, presionarse a uno mismo, desear intensamente movilizar esas cáscaras que nos obstrúyen...pero al tiempo saber que has hecho lo que has podido con lo que has logrado ver. Balancea tu visión.
No te victimices por lo que has hecho y dejado de hacer --eso es mucho de este mes de Cáncer-- pero YA, tómate conscientemente el trabajo de revelar el diamante que llevas dentro.
Cuanto antes, mejor.
Prana Pascual
