MARTES, 14 DE SEPTIEMBRE DE 2010
Un famoso kabbalista dijo una vez: "Si tan sólo pudiera amar a la persona más justa del mundo como el Creador ama a la más perversa".
Sin importar que, con todas las buenas razones que hay para no ser amable con la gente, todavía tenemos que recordar que todos tienen la Luz dentro de ellos. Puede que en algunos esté más cubierta que en otros, pero está ahí.
Hoy, hazte el propósito de encontrar la Luz en la persona que más te molesta.
Yehuda Berg
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Hoy a leer esto me acordé un de mi Maestra Tzippy. La conocí cuando aún no tenía a su bebito y después tuve la fortuna de verla durante su embarazo y después conocer a su hijito.
Ella nos decía que la maternidad le había hecho ver algo que nunca antes había tenido tan claro, ella veía a su hijo y lo amaba con toda su alma y entonces pensaba, que todas aquellas personas que podían no gustarle o ella, seguramente tenían una mamá que les podrían ver con ese inmenso amor, tanto como ella amaba a Moshi, entonces algo cambiaba, algo la hacía verlos como personas con sus propias historias y retos y que eran dignos también de ser amados.
Yo se que nos podemos ir a los casos extremos y pensar que hay quien no se lo merece...entiendo que a veces es una prueba difícil pero hoy sal de esa idea por favor. "No te claves" como decimos en México. =)
Esta semana como te he venido comentando, estamos en momento de observar, de hacer teshuvá, de ser como de verdad queremos ser sin el ego nuestro de cada día.
¿Sabes porqué? Porque en estos días estamos construyendo nuestra nueva vasija para el año. Para los que no estén familiarizados con el término, se los traduciré como vasija= tu alma, la misma con la que viviremos el siguiente año.
El alma es deseo, pero debiera ser deseo de recibir para compartir, no sólo para uno mismo, es decir no con egoísmo. Debiéramos estar viendo donde tenemos al enemigo del que se habla en Rosh Hashaná.
Siempre que se hace una conexión en el Templo (oración), se suele bajar esa energía al marco de lo físico, a través de comer pan o beber un poco de vino. Lo que se llama hamotzi y kidush o lo que en el catolicismo es comulgar y consagrar el vino. Pero en Rosh Hashaná específicamente, la conexión se hace a través de comer frutas: manzana endulzada con miel, poro (puerro), granada, dátiles, calabaza, acelga, así como pescado o cabeza de carnero.
Esta conexión con fruta y miel se hace justo para conectar con la dulzura en el año venidero, pero no sólo eso, habitualmente hay una conexión energética en las letras que conforman los nombres de estos elementos. En algún momento una de estas frutas nos indica la meditación: "que desaparezcan nuestros enemigos"...
No te alegres en el sentido físico, no es que alguien a quien no toleras desaparezca, (y que ni Di-os lo quiera a alguien le pase algo por tu deseo), no.
Se aclara con precisión, nuestros enemigos son nuestras características de ego, las que nos estorban para poder ver la Luz, el amor, la amistad y apreciar lo que tenemos. Ese es el verdadero enemigo, el ego.
Piensa por favor en ese enemigo. No te lo traigas pegado a tu nuevo año.
Cada aspecto de negatividad nos debe haber servido para aprender algo, pero si ya no lo necesitas, ya no lo sigas invitando a la fiesta de tu vida.
¿Aceptas? =)
Espero que lleguemos más ligeros al nuevo año. ; )
Cariño
Prana Pascual
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