lunes, 27 de enero de 2014

Lunes 27 enero 2014. Ninguna reacción

Lunes 27 enero 2014.

Aprender a ser proactivo es uno de los más grandes caminos hacia la paz interior.

Algunas veces la mejor pro acción es no tomar ninguna acción.

Yehuda Berg
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Estamos recorriendo la porción llamada Terumah, la cual concierne a la construcción del tabernáculo, mismo que fue el predecesor del Templo.

El tabernáculo se construyó para dar a la gente de Israel, una locación física donde poder conectar con el Creador.

La porción habla de el plano de construcción del tabernáculo, explica Ruthie Rosemberg, no de la construcción como tal y eso de alguna manera nos habla de un estado potencial, algo que puede llegar a ser manifestado, pero que --y vale la pena darse cuenta-- podría no serlo.

¿Porqué quiero decirlo así? Porque es un poco disrruptivo si eres una persona con un cierto nivel de sensibilidad a la sola idea de que ...hay oportunidades, siempre las hay, pero nadie te asegura que ésta, la que tienes hoy, se vuelva a presentar. 

No quiero ni mencionar --pero no puedo dejar de hacerlo-- esas que tuvimos ayer y que dejamos que se fueran, pueden no volver a presentarse, lo cual ciertamente en un Universo de misericordia no supone que no habrá otras pero esas, quizás ya no.

Por eso si...está bien, si no sabes que hacer, es bastante saludable no hacer nada si la situación te lo permite, pero ese hacer nada no me parece que implique un detenerse absoluto, no existe el vacío en la vida humana, sino que es un momento de decir ok, a ver "¿Cómo va?...¿Para donde?" Quizás es equiparable a ese pequeñísimo instante en que la sístole y la diástole de nuestro corazón hacen que ese preciado bombeo tenga la fuerza de mandar la nutrición a todos los confines de nuestro organismo.

Lo que es un hecho es que no hay manera de detener la vida, eso ni lo imaginemos, y por tanto tampoco pensemos que la pausa mientras observamos si para allá o para acá puede durar eternamente.

Es explicado claramente por nuestro Maestro el Rav Berg, el tabernáculo, no es otra cosa que nosotros mismos. Nuetra encarnación es el templo donde puede descansar la Luz. En realidad no es un lugar externo y sin embargo podemos ver que es algo en lo que se tiene que participar conscientemente, ponerle voluntad, porque para fines prácticos, el sol sale para todos, pero no todo mundo imprime su energía en hacer algo valioso de ese regalo.

Ok haz la pausa, pero es interesante reflexionar, la narración de la travesía en el desierto por tantos años, no habla de otra cosa sino de movimiento, nunca podremos demorar para siempre volver a andar, nunca podremos impedir eternamente el estar dispuestos a imprimir nuestra energía en algo...

¿Qué harás con este momento de inspiración?

Prana Raquel Pascual 
Imagen Google / pinterest
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