sábado, 20 de noviembre de 2010

Empatía verdadera

¿Qué es lo que puede desarrollar la empatía verdadera?

Mmm. Conozco almas compasivas por naturaleza, gente que puede sentir el dolor de otro en su propia carne...sin embargo, la empatía es algo más que sólo ser una persona con misericordia integrada en su ADN.

Hay muchas ocasiones que me pregunto "¿Porqué? ¿Porqué debo pasar por esto Señor? ¿Porqué esta caída, porqué este dolor?" Mmmm

Hay una canción que dice que esta vida es una Tombola tom tom tombola ja ja ja ja, la verdad muchas veces como podemos percibirla es como una rueda de la fortuna, a veces estás en la cima y cómo dice Ariel, ese es un momento un tanto riesgoso porque te distraes y entonces eres fácil presa del evanecimiento, de creer que en serio eres "el que las puede", las sefir´s de tu árbol de la vida están extendidas a  su máxima expresión,  y cuando estás abajo las séfiras de nuestro propio árbol de la vida se contraen del dolor y nos acercan de nuevo al Keter (la séfira de hasta arriba, hacia lo absoluto) el estado de semilla, donde se puede volver a sembrar...

Hace unos días conversando con un amigo con quien ejerzo una especie de coaching fraternal, me decía "Otra vez estoy en la cresta de la ola, ¡Otra vez hay viento en popa!".

Curiosamente nosotros eramos "buenos conocidos" hasta que un día "el embate del destino" le pegó a él.

El suele ser una persona con bastante "buena estrella" es decir es una persona que se mantiene listo para las oportunidades, es inteligente y estudioso, pero además está dispuesto a arriesgarse cuando es el momento, sin embargo eso a veces lo hacía especialmente arrogante, con ese aire de "nunca me verás morder el polvo" ...pero la vida ejecuta sus acciones en todos. Y así le pasó también a él.

Cuando eso sucedió, dejamos de ser "buenos conocidos" y nos empezamos a transformar en "buenos amigos", muy buenos para mi sorpresa.

Me dió el privilegio de caminar su infierno personal a lado y eso nos unió.

Así me lo contaba acerca de algo que le había pasado en algunos de sus días de gloria: en una reunión vio la oportunidad de pegar (metafóricamente hablando)  a alguien a quien en ese momento la posición de la rueda lo tenía vencido en la lona...esta persona se limitó a decirle con todo su dolor "¡¡A ti lo que te hace falta es fracasar!!"

Quizás en modo arrogante o como sea, pero la frase que hacía años alguien le había propinado se le grabó con fuerza, quizás no la entendió del todo...pero si significado de lo que iba a tener que aprender lo esperaba a la vuelta de sus propios días y un día pasó.

Bendito sea Di-os no fue una caída TAN aparatosa, pero para quien no sabe a que sabe el polvo, verse con la quijada apoyada en la acera era toda una experiencia de revelación.

¿Para qué caer?

¡Para volvernos humanos!

"Humano" no es solo una especie biológica, ser humano en el sentido de ser capaz de sentir al de al lado y comprenderlo no solo intuitivamente, sino con esa comprensión en coordenadas de que es pasar por la pena, y ser capaces de entender desde la médula que es lo que hace brotar las lágrimas de alguien y ser capaz de levantarte a extenderle la mano y tu solidaridad.

Parece condición sinequanón pero no: un león no necesita nada para volverse león, ya lo es, cualquier animalito de la creación es lo que es, algunos se vuelven un poco distintos en la medida que conviven con los seres humanos, pero su condición de ser no varía en tal proporción...el humano es el ser que con su misión adquiere el compromiso de empezar a convertirse en persona, en un verdadero humano por decisión propia, completar la obra divina en sí mismo.

Así se crea la empatía más profunda.

Cuando te vuelvas a preguntar: "¿Porqué? ¿Porqué debo pasar por esto Señor? ¿Porqué esta caída, porqué este dolor?"  Piensa que es para que un día quizás no lejano, tu sepas como acompañar a alguien más a través de ese pesar, y saber que puede renacer de ello.

Así hoy, cuando el me ve "con polvo en el rostro", ahora sabe acompañarme también...ahora somos verdaderos buenos amigos.

Shabbat Shalom
Prana Pascual