miércoles, 19 de julio de 2023

La posibilidad de purificar nuestra mente

 


La porción de Devarim comienza con una discusión entre Moshé y los israelitas. Moshé reúne a todos los israelitas y parece contarles todas las cosas negativas que habían hecho durante los cuarenta años.

Rashi, el gran kabbalista y comentarista, pregunta por qué Moshé reúne a todos los israelitas en lugar de ir de tribu en tribu. Los reúne a todos para que, si alguien tiene algo que decir lo diga inmediatamente, y si nadie dice nada, significa que nadie tiene una respuesta. Así pues, todos escucharon a Moshé y nadie tenía respuestas; aceptaron como cierto que en los últimos cuarenta años habían hecho todas esas cosas negativas que él nombró.

Pero luego encontramos lo que parece ser una explicación contradictoria.

Está escrito que, en determinado momento de la porción de Devarim, los israelitas le dijeron a Moshé que no habían hecho ninguna de las cosas que él dijo que hicieron.

¿Cómo podemos conciliar ambas cosas? ¿Cómo pudieron haber aceptado lo que Moshé decía si sabemos que, en realidad, no hicieron ninguna de estas cosas que Moshé nombró como sus fallas?

Rav Áshlag explica en la Introducción a las Diez Emanaciones Luminosas (publicado como: Y escogerás la vida) que el fin principal de todo lo que hacemos, incluso de las cosas de naturaleza física, es elevar nuestra conciencia y situarnos en un estado en el que nuestra mente esté completamente unificada con la Luz del Creador. Pero ¿Cómo llegamos a eso? Tenemos que purificar la mente.

La mayoría de nosotros sabe que cuando hacemos una acción negativa, la recordamos, pero nos es realmente difícil recordar cuando tan solo la pensamos... ¡¡Pero pensamos mucho más de lo que hacemos durante nuestras vidas!!

¡Imagina la acumulación de eso día tras día, año tras año!

Probablemente ninguno de nosotros recuerde un pensamiento negativo que tuvo hace treinta años; quizá recordemos una acción negativa, pero seguramente no recordaremos un pensamiento negativo ni de hace un mes. Y eso es un problema, porque esos pensamientos negativos limitan nuestra capacidad para conectarnos con la Luz del Creador.

El propósito principal de todo nuestro trabajo es ser capaces de conectar nuestra mente directamente con la mente del Creador, entonces tenemos que entender que la acumulación de pensamientos negativos obstaculiza eso

Para que nuestra mente de verdad sea capaz de conectarse con la Luz del Creador, tenemos que desechar y limpiar todos los pensamientos negativos que hemos tenido, y eso es lo que Moshé estaba haciendo en este Shabat.

Esta es una de las últimas cosas que Moshé hizo mientras estuvo en este mundo. Y la hizo porque es tremendamente importante. La mayoría de nosotros no se da cuenta del daño de los pensamientos negativos, por eso Moshé reúne a los israelitas y despierta todos sus pensamientos negativos para que puedan limpiarlos.

De esto aprendemos que nunca podremos llegar al estado por el que nuestra alma vino a este mundo mientras tengamos una acumulación de años y años de pensamientos negativos.

El Zóhar dice que tenemos que saber que la energía creada, no solo por cada palabra que decimos y acción que realizamos, sino por cada pensamiento que tenemos, permanece por siempre. Y si no la limpiamos, si no la desechamos ni la cambiamos, no seremos capaces de verdaderamente elevarnos y conectarnos.

Por lo tanto, uno de los propósitos más importantes de estudiar los Escritos del Arí y el Zóhar (es decir la sabiduría de la Kabbalah), es permitirnos limpiar nuestra mente de forma genuina. 

Rav Áshlag dice que, mientras se vive en este mundo, es imposible no ser agobiado por los pensamientos de este mundo. Cuando hay miles de millones de personas que piensan de manera egoísta, es imposible separar nuestra mente y pensar que nosotros, por nuestra cuenta, seremos capaces de proteger nuestra mente de la consciencia de este mundo.

Así pues, nosotros estudiamos los Escritos del Arí y el Zóhar, no para obtener más sabiduría, sino para separar por un momento nuestra mente de la conciencia de este mundo y conectarla con la conciencia del Arí, o Rav Shimón bar Yojái y el Zóhar.

Ese es uno de los mejores regalos de Shabat Devarim, el Shabat en el que Moshé, justo antes de dejar este mundo, reúne a los israelitas con el propósito de permitirles purificar y transformar su mente.

Pensemos en esto: Diariamente estamos sujetos a pensamientos mundanos, banales, llenos de juicio, de contradicción, de pesimismo, de resentimiento, de fallas de confianza y certeza.

Lo que Michael Berg nos explica en este artículo es que los momentos en que estudias acerca de Kabbalah y acerca de la Luz, el Orden, El Cosmos en su grandeza, tienes la posibilidad de dedicar tu ancho de banda mental a pensar en un Mundo con sentido, con belleza y equilibrio. Puedes tener certeza de que el Bien es la realidad verdadera y entonces tu mente puede interrumpir esa invasión de ideas que tan solo estorban.

Mientras más sea la gente pensando con esa pureza, más sencillo nos será a todos conectarnos con la realidad del Árbol de la Vida en la que Todo es Bueno, todo tiene razón de ser y podemos pensar como la Mente de Di.os y unirnos a ella.


Basado en Purifica la mente de Michael Berg. Itálicas:

https://www.kabbalah.com/es/articles/purify-mind/

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt Humanista - Coach