sábado, 4 de agosto de 2018

Somos responsables de nuestro potencial.


Somos responsables de lo que tenemos el potencial de hacer, sin embargo hay algo interesante que observo de esta semana, y en general de mi trayectoria apoyando procesos de sanación emocional y de desarrollo de las potencialidades humanas.

En la porción Ékev, Moshé les dice a los israelitas, que están en el lado este del río Jordán, que ellos lo cruzarán, pero él no. 

Recordemos que Moshé fue su guía todo este tiempo, fue quien luchó por sacarlos de Egipto, quien los organizó, enseñó, acompañó etc.

Sin embargo ellos se quedaron indolentes ante la frase.

Los kabbalistas dicen que la razón por la que Moshé usa una terminología tan interesante en la frase: “Ustedes cruzarán, yo no cruzaré” es porque él quería despertar en ellos un deseo de pedir y orar para que él pudiera cruzarlo. Él quería despertar ese deseo en ellos para que cuando lo escucharan, dijeran: “No. Digámosle "y efshar" (no puede ser) al Creador. Moshé tiene que cruzar también”. 

Y los kabbalistas enseñan que si los israelitas lo hubiesen pedido en ese momento, Moshé habría cruzado el río y por supuesto en ellos se hubiera activado su potencial de hacer un milagro.

Sin embargo, los israelitas no lo hicieron. Ni se les ocurrió.

Hay algo de esta porción que me hace reflexionar en el poder de tener vasija para recibir...o en la tristeza que es no tenerla.

Con una cierta frecuencia observo que ciertos tratamientos, tanto médicos, psicológicos, dietas o de sanaciones de otro tipo, tienen un momento en que parecen haber logrado su cometido de sanar o llevar a un estado de plenitud a la persona que fue sujeta de el evento, sin embargo, si esta persona no tenía consciencia ni vasija de lo que estaba sucediendo ni de las causas, generalmente el problema vuelve. Quizás se manifiesta de alguna otra manera similar o incluso aún más virulenta...¿Por qué?

¿Por qué si ya habías llegado tan lejos puedes tener tal rebote?

Porque no creaste vasija. 

Si no está tu consciencia, pasa la bendición y no puede quedarse porque no hay manera de retenerla y esto es un potencial muy personal. Lo desarrollas o no, pero ya está fuera de las manos de cualquier otro que se genere.

Equivale a: "Puedes llevar el caballo al río pero no puedes obligarle a beber."

En la vida tenemos muchos momentos despertador, si no generamos esa vasija en nosotros mismos (capacidad de apreciación, de gratitud, comprensión de causa efecto de mis situaciones, deseo de compartir, que me permite recibir con mérito y conservar), aunque te pase el mejor milagro del mundo no lo vas a ver y eventualmente lo perderás.

Es importante recordar: cada Shabbat lo que queremos es Volvernos la Vasija perfeccionada para recibir, ese es el objetivo de todo Shabbat. No pedimos solo recibir Luz, sino nosotros convertirnos en el recipiente que pueda contener.

Eso es trascendental de entender en nuestro proceso, y entonces nuestro potencial brillará.

Shabbat Shalom

Prana Raquel Pascual
Apoyada en el texto de Michael Berg

https://www.michaelberg.net/es/articles/cuando-tenemos-el-potencial-tenemos-la-responsabilidad

Imagen https://revistamundoequino.wordpress.com/2014/08/06/el-consumo-del-agua-desde-el-punto-de-vista-del-caballo/