miércoles, 23 de octubre de 2024

Una gran responsabilidad


La consciencia del Árbol de la Vida representa no estar conectado a ningún efecto o resultado; si te ves modificado por lo que sucede, por tu circunstancia, es que aún eres el efecto de los que recibes y aún no estás listo:

  • Las cosas no salen como lo esperabas: no estás en la consciencia de certeza
  • Se te quitan las ganas de compartir, empiezas a negociar contigo mismo como dar menos de lo que pensaste en un inicio.
  • te sientes víctima 
  • etc.

Adam y Javá, aunque querían el siguiente nivel espiritual (que es lo que el Árbol representa), se aficionaron, se dejaron llevar y por tanto, cayeron.

Quizás comenzaste una acción creyendo que podrías, pero no puedes, caíste y no estás aún en ese nivel. Eso fue lo que les pasó a ellos: No fue la primer mordida a la manzana la que los hizo caer, esa aún tenía una intención pura de conectar con la espiritualidad. La segunda sucedió más por algo parecido a la impulsividad, al descontrol, a la adicción, a la impaciencia.

Fueron controlados "por otros dioses", es la manera de expresar la idolatría. No estaban preparados para recibir tanto aún, No es que no lo iban a estar en algún momento del proceso, pero es solo cuando eres capaz de tolerar tu instinto, de no actuar bajo tu impulsividad o bajo tu intolerancia a la frustración que te das cuenta que Maduras, Creces. Impones una restricción al músculo de la templanza y la fortaleza del espíritu y estos se desarrollan y tu poder crece con ello.

Si algo de este mundo, ya sea alegría o tristeza, logro o fracaso te controla, entonces quiere decir que te conectaste al Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal y no estabas preparado.

Siempre me ha parecido un juego de palabras: el conocimiento de toda la existencia, pero también es conocer (si pierdes la idea de unidad) la polaridad, es decir, la separación, la fragmentación, el enfrentamiento.

Como ves, estas son las potencialidades negativas de un número 2, aunque también sin conocimiento del número 2, no tendríamos un reflejo en el cual conocernos a nosotros mismos. No tendríamos contraste, sería todo tan puro que posiblemente nos parecería monótono.  ¿Te fijas que contradictorio?

El reflejo tiene el potencial de hacernos apreciar o de conflictuarnos (los polos). La misma situación podría alegrarnos o confundirnos. Por eso no podemos llegar a ese Árbol inmaduros, porque nos llena de dolor y dudas, pero si llegamos más preparados, es una maravilla. Todo es Bien, todo es complementario, hay juego, hay variedad, hay novedad, hay creación.

El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal nos pone frente al libre albedrío y a la elección, pero visto desde la carencia, nos pone también frente a la renuncia.

Elegir es Renunciar y solo cuando estás bien claro puedes alegrarte de ello, hasta ese momento te puedes dar cuenta de que es un gran poder, ya no es estar solo sujeto a las circunstancias. Pero como se suele decir, un gran poder, reclama una gran responsabilidad. (o como dicen en El hombre araña: un gran poder conlleva una gran responsabilidad)

Como ves: hay que madurar. Todas estas características nos hablan de ser adultos espirituales.

¿Lo eres? Esta es una importantísima pregunta, pero más es responderte sin sesgoy sin autocomplacencia.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Basado en clase de Eitan Yardeni.

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