JUEVES, 29 DE JULIO DE 2010
Estamos compuestos de dos facetas: la espiritual y la física. La espiritual es mi alma. La física es mi cuerpo, mi ego, mi intelecto y todo lo que se les relacione. Estas dos facetas no pueden compartir el poder. En cualquier momento dado, una está al mando. En cualquier momento dado, una está siendo alimentada.
Cuando estoy incómodo, fuera de mi caja, mi alma está contenta. Se acerca más a su fuente; está más cerca de su propósito.
Dentro de esta verdad espiritual yace un gran secreto para ganar mayor control en nuestras vidas. La incomodidad es inevitable. Pero, cuando nosotros la iniciamos, está bajo nuestros términos, y al escogerla, nos conectamos con una Luz incluso mayor a la que nos conectaríamos si la incomodidad simplemente nos llegara.
Hoy, sé honesto y realiza una lista de lo que te es incómodo. Las cosas que te horrorizan, que te hacen encogerte, que te ponen rojo. Y persíguelas. Mientras más te encuentres fuera de tu zona de confort, encontrarás más libertad de las limitaciones del mundo físico.
Yehuda Berg
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No pueden compartir el poder. Que importante frase.
La libertad no es hacer lo que quiero cuando quiero, sino tener el poder de hacer lo que tengo que hacer, cuando lo tengo que hacer.
¿Parece mentira verdad? A veces si no reflexionas con más cuidado puedes tener errores de comprensión importantes a través de "asumir".
Pensamos que ser libres es no responder a nada ni a nadie, pero en realidad cuando no haces lo que debes, sólo es la antesala de los problemas. Si pensabas que ahorrabas tiempo o esfuerzo seguramente será justo de eso de lo que tendrás que hacer más gasto al paso del proceso.
Una vez una amiga le dio a su hijo adolescente un manual "del perfecto flojo" (la palabra era otra ja ja, pero así lo dejamos) y el principal consejo es que si querías ser capaz de flojear a gusto, la primera indicación era llevar a cabo tus deberes antes del descanso, ya que si no, ese tiempo dedicado a "hacer nada", simplemente iba a estar lleno de la ansiedad y posterior angustia del deber pendiente, así que ni lo disfrutarías y después tendrías de cualquier manera que "mal-cumplir" con lo debido. Mala estrategia.
Mala y sin embargo tan frecuente que la aplicamos ¿No? Pensamos que aplicar el "después" es hacer uso de nuestra libertad pero sólo nos encadena peor =S
No ser dueño de ti mismo y de tu voluntad, eso es verdadera esclavitud. Cuando te puedes mandar a ti mismo, entonces tu alma está a cargo...creeme que a fin de cuentas, esa opción será la que más paz a largo plazo nos brinda.
Como yo hoy, entré en conflicto si trabajar en la mañana o levantarme en la madrugada después de dormir un poco después de las actividades del día. La opción era correr y mal entregar algunas cosas haciéndolas mañana o hacerlas ahora y dormir de corrido tranquila varias horas.
Elegí esa, ahora voy a dormir ; ) Muy tranquila....¡¡Pero debo mejorar aún!!
beso
Prana Pascual
Imagen:
La siesta, Vincent Van Gogh
