jueves, 23 de enero de 2014

Jueves 23 de enero 2014. La máxima paradoja de la vida

Jueves 23 de enero 2014.

Existen muchas paradojas en la vida y, como mi padre y maestro el Rav Berg nos recordaría con frecuencia: “La verdad está en la paradoja”.

La máxima paradoja de la vida es: Pensamos que recibir nos hará sentir plenos cuando, de hecho, la plenitud se encuentra en el dar.

Yehuda Berg
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Tengo un pequeño baúl de madera que pinté hace varios años ya. En el hice un Sol y una Luna y en el fondo del baúl (en el interior) una frase que me encontré en un libro de metafísica: "Todas las paradojas pueden ser reconciliadas" que me dejó entre intrigada y maravillada, y que aún al día de hoy, es una frase que visito con frecuencia para recordarme, que aún en enigmas que parecen insalvables, es que simplemente no hemos llegado a la aproximación adecuada de entendimiento como para que se disuelva el conflicto que nos aflige.

La comprensión de dar y recibir nos puede parecer hasta simple expuesta así, pero realmente el "quid" de la situación, es ¿Qué realmente significa una cosa y qué la otra?

¿Qué es dar y que es recibir en el contexto de la vida humana? En sentido estricto, nos confunde el término porque la definición en español de diccionario gramatical, DAR, es "traspasar", "donar", "entregar", "conceder", "permitir", "transmitir". Puras acciones en las que parece que alguien se queda con algo que otra persona le está otorgando.

Recibir en cambio se define (nuevamente de diccionario) "tomar lo que se da", "admitir", "captar".

Me quedo pensandolo como muchos que seguramente vamos por la vida con la duda de que cúal ese famoso "justo medio" del que se habla...Por ejemplo, una situación super común: Si tienes un hijo y le das todos los juguetes del mundo aún cuando no hizo sus deberes, cuando no aseo su cuarto, cuando es grosero en sus respuestas..."darle" todo...¿Es realmente darle? ¿Quién da y quien recibe?

El puede estar "recibiendo" algo del mundo material, objetos ¿Pero que energía va implícita en la acción? 

Se nos olvidan nuestras clases de K1 donde lo que revisamos es que lo que nos mueve a todos es el deseo de Luz, de Energía, eso es lo que queremos realmente recibir...lo demás es lo de menos. Si en ese momento se puede obviar el objeto, pero se puede dar la energía genuina de que haya un aprendizaje, de que se comprenda el poder de hacer una restricción (ir en contra del deseo impulsivo de tomar las cosas sin que nos cuesten un esfuerzo), entonces dar, no lleva implicito el juguete, sino el mensaje y la intención del papá que quiere formar a su hijo, no conformarlo...curiosamente eso es lo que el alma del niño necesita, no su ego.

¡Ya sé! ¡Es complicado! Ese ejemplo es el evidente ¡Pero hay taaaantos en la vida en las que caemos todos por falta de afinar la consciencia! Por eso se dice que cosas malas le pasan a la gente buena, porque actuamos sin una segunda reflexión del verdadero dar y recibir.

Esta mañana en eso pienso...Cuando algo está en caos, seguramente es porque caímos en la confusión de que era Dar y que era Recibir. Llevado a su más mínima expresión de eso se trata. Y es un foco rojo que no puedes obviar.

Dar puede ser...¡No dar! Es decir, NO en el sentido que lo entendemos gramaticalmente, sino mucho más referido a qué energía y que mensaje, que oportunidad de corrección y de restricción lleva lo que damos, en nosoros y hacia la otra persona, es bidireccional.

Si lo que se da no fortalece este sistema de balance, seguramente es porque por detrás de nuestras propias bambalinas, estamos buscando una retribución, "recibir algo a cambio" y evitarnos algún esfuerzo de restringir. Por ejemplo, "no poner límites", parece ser que soy "buena onda", que soy "bien tratable"...en el corto plazo, pero resulta ser que lo que estoy evitandome es la restricción de enfrentar el amargo sabor de confrontar...(cuyo resultado sería dulce en el mediano y largo plazo)...Y siempre el deseo de recibir para nosotros mismos traerá caos, eso es una ley que lamentablemente comprobamos día a día pero no nos damos a la tarea de analizarla bien para captarla. La consecuencia es el termómetro de que se nos está yendo la balanza hacia ese lado, algo no hicimos en el dar verdadero y en cambio si caímos en algún tipo de complacencia hacia nosotros mismos, algo nos sienta más cómodo de entrada, se nos hace fácil, pero eventualmente no lo va a ser porque nos está dando luz directa, sin restricción.

El dar y el recibir del que hablamos no es el material, es el de la energía y el de que en el proceso de confrontar nuestra naturaleza cómoda y automática.

Esta forma de ver espero nos será útil para observar por que algo anda mal en nuestra vida, y eso es trabajo individual, todo basado en una comprensión más afinada de la famosa paradoja "Dar-Recibir".

¡Buena tarea por hacer!

Prana Raquel Pascual
Imagen ppascual
Baúl ppascual