Cada vez que una persona se enfrenta a un reto que corresponde a su patrón habitual de conducta, la realidad que experimenta se repiten y se repite.
Se dice que es como cuando vas a un multi-cine: hay muchas realidades distintas que pasan simultáneamente. La persona tiene otras realidades a disposición, pero lo que activa cada realidad es como nosotros reaccionamos, cómo decidimos proceder.
Si cada vez eliges igual, la película que seleccionas es la misma, tu vivencia parece repetitiva y los problemas parecen ser siempre iguales o simplemente variaciones sobre el mismo tema. Muy desesperante ¿Cierto?
Cada vez que una persona enfrenta un reto es como si estuviera enfrente de la taquilla y tiene la oportunidad de volver a elegir la película.
Cuando no hemos desarrollado la consciencia, lo que sucede es que tengo visión de tubo: no veo las opciones ni otras posibles perspectivas, generalmente caeré en COMPULSIÓN A LA REPETICIÓN.
En cambio, cuando me entreno para ser proactivo, puedo ver perspectivas nuevas o acciones diferentes que me pueden llevar a otro resultado.
Cuando aún no estamos entrenados para cambiar nuestro patrón habitual, entonces el resultado será peor y repetitivo, como cuando una persona termina una relación frustrante, entra a otra con la esperanza de que todo será distinto, y en realidad vuelve a la misma película con diferente actor pero mismo guion ¡Absolutamente desesperante! Pero es tan simple como que la suma de 2 + 2 da cuatro, esa es la lógica.
Si no hago el trabajo de ampliar consciencia (que es el trabajo espiritual por excelencia, entrenarse para poder actuar diferente al patrón habitual), cambio voy a seguir viviendo la misma realidad frustrante.
¿Cómo cambiar la película? ¡Cambiándonos nosotros mismos! Nosotros tenemos que ser distintos para que la película sea distinta.
¿En que área eres constantemente
probado?
Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta
Imagen https://elpais.com/cultura/2012/02/16/actualidad/1329405511_115114.html
