sábado, 16 de enero de 2021

¿Siempre tienes la razón?


 En el curso de las diez plagas, el faraón atraviesa un proceso de cambio en su concepción fundamental de su propia vida, un proceso que alcanza su punto culminante en la plaga del granizo. Su enfrentamiento con Moisés lo lleva a descubrir, por primera vez en su vida, que él no es infalible, que quizás sea él quien esté actuando de manera inapropiada. Está expuesto a esta idea por primera vez, y para alguien como él esto es un gran shock, rompiendo los cimientos de su vida. Cuando el faraón llega a esta conclusión, no se trata simplemente de conocimientos teóricos; ahora se ve obligado a adoptar una nueva actitud en toda su vida. Ahora debe volver a examinar y reevaluar todas sus acciones pasadas. 

Antes de la epifanía del faraón, era capaz de decir: “Todo niño que nazca lo arrojarás al Nilo” 5, sin sufrir ningún remordimiento de conciencia. En lo que a él respectaba, si quería que se ahogaran, se ahogaban; si quería que los mataran, los mataban. Todo lo que quería se definía automáticamente como justo y bueno, sin ningún reparo. Solo cuando la premisa básica del faraón de que "siempre tengo la razón" se rompe, adquiere la capacidad de evaluar y evaluar las cosas tal como son, y solo entonces puede cambiar su autoevaluación.

El sentimiento básico de "siempre tengo la razón", que impidió al faraón cualquier tipo de examen de conciencia, no es un fenómeno que se limita a él solo. En este sentido, el faraón es simplemente un ejemplo extremo de una persona común.

Por supuesto, una persona común no crece en las mismas circunstancias que el faraón, no comete los mismos pecados y no piensa como piensa el faraón; pero a pesar de todas estas distinciones, el faraón sigue siendo fundamentalmente una persona común. 

Siendo una persona común, prácticamente todos pasaremos por la experiencia de creer que siempre tenemos razón y por supuesto equivocarnos más de los que nos es saludable en muchas ocasiones.

¿Tu como observas esta creencia de infalibilidad?

¿Y qué haces con ella?

Para el Faraón fue un momento muy fuerte pero su ego hizo que inmediatamente después se endureciera aún más su corazón, es decir, es tan incómodo darse cuenta de la propia responsabilidad y de que nadie estamos a prueba de error, que la verdad a veces eso hace que subamos aún más nuestras defensas y nos quedemos enfrascados con mayor densidad en las capas.

¿De qué te sirve este ejemplo para mejorar en algo tu propia actitud?

Shabbat Shalom querida Comunidad

Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta

Basado en texto de chabad.org

https://www.chabad.org/parshah/article_cdo/aid/4992085/jewish/Pharaohs-Repentance.htm

Imagen https://elpais.com/elpais/2014/01/17/eps/1389963544_694044.html