SÁBADO 10 DE ENERO DE 2009Si permitimos que nuestro ego nos convenza de que somos alguien, entonces espiritualmente no somos nadie. Si resistimos nuestro ego y consideramos que no somos nadie, entonces definitivamente somos alguien.
Hoy, enfócate en atributos como la sencillez, la humildad y la modestia. Date cuenta de la interdependencia entre todos los seres humanos, y de la importancia vital de trabajar en equipo en el juego de la vida.
Yehuda Berg
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Hace algún tiempo, tuve la oportunidad de conocer a un gran matemático, un hombre lleno de conocimiento y re-conocimiento con un intelecto preclaro --tanto-- que llegaba a intimidar.
Me fué presentado ante una copa de vino y una cena ligera en la que el tema giró en que yo me percatara de cuan vivido, cuan viajado, cuan ilustre y profundo nivel de sabiduría tenía. Confieso que yo me sentía abrumada.
Cuando alguien te dice "he vivido en seis países del mundo"...¿Cual es tu pregunta obvia especialmente cuando sabes que no vas a poder hablar de teoremas matemáticos? Al menos la mia era "¿Cual te ha gustado más para vivir?" ja ja ja y en eso me dice (antes de que yo abriera la boca para preguntárselo) "La pregunta tonta de todos los que me conocen es "cual país me ha gustado más para vivir" "¡Que pregunta más estúpida!".... ooops ja ja ja ja. Traté de no disminuir mi tamaño a nivel microscópico tan de golpe, ja ja, así que quizás logré mantenerme visible, pero ya sin mis pies tocando el piso desde la silla de lo minúscula que me empecé a sentir.
Seguimos hablando (es decir... EL siguió hablando) de cuan tonta es la gente que no comprender "X" que por supuesto yo tampoco comprendo ja ja ja y así un buen rato.
Traté de salvar un poquito de mi ego hecho añicos haciendo alguna que otra pregunta o intervención a la cual venía casi siempre la respuesta con un "eso es demasiado simple, pero te lo contestaré" y me empezaba a diagramar en un cuaderno de apuntes y fórmulas con las que explicaba absolutamente todo...
Traté de ser diplomática y le pregunté acerca de la teoría del caos, pensé, a lo mejor y en ese tema si puedo sacar algo en claro....ja ja ja ¡¡Adivinen!!
Confieso que después de 45 minutos, apuré mi copa, engullí el último pedazo de lechuga de mi plato y me disculpé para levantarme de la mesa (¡¡¡o aventarme desde la silla en caida libre hasta el suelo ja ja ja!!!) El se levantó apurado, me dijo, "No te vayas...eres una mujer muy inteligente...no te vayas quiero seguir conversando contigo"... sentí cierta angustia en su voz ¡¡De verdad no quería estar solo!! "Lo único que tengo que hacer ahora es ir con mi gato..."
Me dió tristeza escuchar aquello, pero ya sonaba extraño que después de que había dicho "perdón ya me tengo que ir", de pronto "no tuviera" ja ja, así qe le dije, mejor nos vemos otro día (y estaba dispuesta a cumplir) pero el me inisistió con fuerza que fuera en ESE momento...total, como no acepté fué declaradamente ruptura total de "y si te conocí, no me acuerdo".
No he vuelto a saber nunca de el ni el de mi (a menos que nos googlemos) pero me fui entre aliviada y apesadumbrada, fué como ver a su inteligencia y a su corazón en un instante y no poder ayudar ni un milimetro a que saliera de su probeta de inteligencia.
Y este episodio no lo traigo a mi memoria para recordar SU forma de ser, sino para revisar MI forma de ser cada vez que diga "Yo soy...yo hice, yo logré"...La vida es un espejo, y mi amigo de 45 minutos seguramente no estuvo por coincidencia en mi vida. Aprenderé.
¡¡Shabat Shalom!!
Prana Pascual
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