jueves, 28 de agosto de 2008

Alguien Honesto. Agosto 28, 2008.

JUEVES 28 DE AGOSTO 2008. Una de las mejores cosas de nuestro crecimiento espiritual –y también uno de nuestros grandes miedos– es escuchar lo que otras personas piensan de nosotros.

En el siglo II en Jerusalén, cuando aún estaba de pie el Templo Sagrado, se dice que en su interior había un espejo al que uno podía asomarse para ver el estado de su alma. Cuando el templo (y el espejo) fueron destruidos, el Zóhar enseña que las personas se convirtieron en espejos para nosotros.

Mientras hacemos un balance de nuestras vidas en este mes, preparando nuestra lista de deseos en este nuevo año, queremos estar enfrentando esas verdades que sólo otros nos pueden mostrar. No lo hagas viniendo de la debilidad, hazlo desde la Fortaleza, sabiendo que el momento en que pongas a tu oscuridad frente a la Luz, ¡se quema!

Hoy, siente cómo te arde cualquier emoción que surja mientras les preguntas al menos a tres (3) personas lo que piensan que debes trabajar. Si hubiera algo que necesitaras cambiar para el próximo año, ¿qué sería? Y tal vez cuéntales sobre este ejercicio de riesgo que estás haciendo. Ve a dónde te lleva esto.

Yehuda Berg
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Como siempre impresionada por la precisión con la que Yehuda toca los temas en mi vida, me sorprende leer tan claramente esta afinación.

Ayer, después de la clase de Textos Antigüos, me fui con mi amiga-hermana Edmée para cenar a su casa y justo estabamos observando en nuestra conversación que estabamos sentadas frente a un gran espejo que nos conmovía, nos hacía reir y definitivamente nos ponía frente a la prueba de resolver nuestros propios grandes egos que a su vez son espejeados por el mundo sólo que no es tan claro hasta que lo hablas con alguien tan querido y que además está estudiando lo mismo y con la misma intención de corrección que tú, pues se vuelve un marco referencial excepcional para trabajar.

Ayer estuve viendo con ella varios de los puntos en que debiera trabajar...yo que siempre estoy en ello me di cuenta de algunos puntos que me llegaron a entristecer un poco porque necesito trabajarlos con fuerza para realmente permitir que la felicidad entre a mi vida sin los mismos miedos de pasado.

Me encontré algunos espectros de mi vida muy pasada -no personas sino situaciones- que me marcaron a fuego hace muchos años y que todavía hoy desde algún lugar escondido siguen haciendo los estragos y siguen accionando desde algún lugar secreto pero contundente para mi interpretación de la vida...

No dejes de hacer el ejercicio de las tres personas que Yehuda nos aconseja y tomatelo en serio. Busca la raíz de esas características que surjan -sé completamente honesto contigo mismo- no importa que tan lejos en el tiempo debas viajar, ¡Encuentra ese origen y combátelo!

A trabajar.
Prana Pascual