SÁBADO 6 DE DICIEMBRE DE 2008.Sé que con frecuencia arrojo la palabra "compartir" en estos correos. Algunas veces quedamos insensibles a la palabra. Para regresar a lo básico, compartir quiere decir dar algo de nosotros mismos.
Puede ser compartir con alguien con quien no estamos acostumbrados a compartir. Puede ser abrirnos ante alguien con quien no estamos acostumbrados a hacerlo. Puede ser llamar alguien a quien le guardamos algún rencor y desearle bien diciéndole algo agradable, algunas palabras de sabiduría. Puede ser cualquier cosa. Sólo tiene que ser un esfuerzo incondicional.
Haz hoy un acto de compartir fuera de lo común.
Yehuda Berg
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Imagen: http://msemgee.braveblog.com/
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Mi nombre de pila es Prana Raquel. No está en mi acta de nacimiento pero si si prounció a la hora de mi bautismo, por ello desde chica tuve especial cariño por Raquel la matriarca cuando leía La Biblia de los Niños.
La historia de Rachel, Leah y Jacob --quien más tarde sería conocido como Israel-- se puede leer en la porción Vayetze (que quiere decir "Salirse de") que está en el libro del Génesis.
La historia cuenta así: Jacob huyendo de la furia de su hermano gemelo Esau, llegó al pueblo de Jarán donde conoció a Rachel hija de su tío Labán, y se enamoró de ella. El pidió la mano de Rachel de inmediato, pero Labán viendo el provecho que podía sacar de Jacob, quien todo lo que tocaba florecía, le condicionó el matrimonio a siete años de trabajo. Jacob así lo hizo, y al terminar los siete años se dispuso a la boda con su amada.
Labán siendo un hombre negativo y habiéndo visto la fortuna que había traido Jacob a Jarán, no quiso que el se liberara, así que planeó el engaño de Jacob cambiándole de novia y siendo entonces Leah -hermana mayor de Rachel- con quien se desposó.
Jacob al verse engañado, reclama a su suegro quien le dice que sólo podrá tener en matrimonio a Rachel si se queda siete años más. Ante el gran amor que le profesaba, Jacob acepta.
El secreto en esta historia que de niña me conflictuaba, es que Rachel sabiendo que su padre iba a engañar a Jacob planeó junto con este una clave para que en la noche de la boda sólo ellos se pudieran identificar. Lo increible es que Rachel le dió ese código a su hermana...es decir ¡Ella colaboró para el engaño!
¿Y porque lo hizo?
He ahi donde viene el esfuerzo de compartir fuera de lo común: Rachel sabía la pena que iba a causar a su hermana si hacía que la rechazaran, así que se sacrificó.
La historia tiene un código aún más profundo acerca de Malchut y Binah, pero por el momento es suficiente decir.
Rachel nos enseña el poder del sacrificio que tuvo su razón de ser, uno en el mundo del 1% (el mundo de los físico) y otro en el del 99%(el mundo espiritual), pero lo que hizo, fué con toda valentía: Dejar ir... y eso fué compartir.
Haz algo fuera de lo común.
Shabat Shalom.
Prana Pascual
