sábado, 5 de diciembre de 2015

Sábado, 5 de diciembre de 2015 Puedes seguir tu propio camino


Sábado, 5 de diciembre de 2015
Cada uno de nosotros tiene una manera particular de llegar al Creador. Todos tenemos nuestro propio camino en nuestro interior, nuestra propia manera de acercarnos a la Luz del Creador.
Sin embargo, no debemos olvidar nuestras raíces, el lugar de donde venimos. Incluso si nuestros padres o las personas más cercanas a nosotros no son lo que queremos que sean; no van en la misma dirección que nosotros o no están de acuerdo con nuestro modo de actuar o quienes somos; nunca debemos olvidar que esas personas y el entorno que nos rodea al momento de nuestro nacimiento nos hacen quienes somos hoy en día.
Puede que no estemos de acuerdo con la manera en la que nuestros padres nos criaron y quizá no criemos a nuestros propios hijos de esa manera. Pero nunca podemos deshonrar el hecho de que si no nos hubiesen criado, si nuestra alma no hubiese elegido entrar en este cuerpo específicamente, entonces no habríamos podido llegar a donde estamos ahora.

Karen Berg
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Estamos a punto de empezar la celebración de una ventana cósmica conocida como la fiesta de las Luces, Janucá.

Quisiera hablar de esto y de encender luces a partir de lo que Ariel Grunwald explicó en clase de 2011 en el Centro de Kabbalah de La Ciudad de México.

Cuando una persona firma un contrato, hay dos partes que tienen que firmar. En Yom Kipur se abre el libro de la vida sefer Ha Jaim, el Creador nos firma en el libro.

La pregunta es ¿Cuándo firmamos nosotros el contrato? 

Solo empieza nuestra firma con las velas de Janucá, esa es nuestra firma.

Dicen los kabbalístas que hay un libro que se abre con todas las bendiciones, etc. todas las bendiciones que no se pueden describir, el amor de un marido por su esposa, la conexión profunda con el Zohar, bendiciones que no se pueden describir con palabras. El amor a un hijo, el maravillarse con un atardecer.

En Janucá se abre un libro donde se escriben todas las bendiciones que no se pueden escribir y como no es un libro, la firma en el aceite de las velas de Janucá.

La primera vela la encenderemos el día 6 de diciembre, y hay que hacerlo con el entendimiento de que hará la conexión con todas esas bendiciones que a veces ni siquiera podemos imaginar, y que sin embargo son de las más hermosas por su sencillez y pureza.

Janucá es una fiesta para la humanidad. Es de todos.

Shabbat Shalom Querida Comunidad

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt

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