Llegamos a la porción llamada Balak en la que veremos una asociación malintencionada entre dos personajes oscuros: Balak y Bilaam, y sin embargo, el nombre que encabeza la lectura es solo el de Balak ¿Por qué?
Bueno, no hay casualidades en el texto que estudiamos y justo eso es lo que se señala en la elección del título ¿Qué nos quiere resaltar?
La porción de la Torá llamada "Balak" recibe su nombre del rey moabita que, temeroso del avance de Israel, busca destruirlos contratando al profeta Bilaam para maldecirlos.
Aunque Bilaam es quien actúa como profeta y ejecutor, la narrativa comienza y se estructura a partir de la iniciativa de Balak. Es él quien percibe la amenaza, diseña la estrategia y pone en marcha los acontecimientos al buscar a Bilaam para maldecir a Israel.
Enseña que la raíz del mal o del bien en la realidad no está solo en la acción, sino en la intención y el deseo que la impulsa.
Balak representa el arquetipo del miedo y el odio irracional, que busca destruir lo que no comprende. En este sentido, la porción lleva su nombre para señalar el origen y la raíz del desafío espiritual que enfrenta Israel.
La Torá distingue entre el iniciador y el ejecutor: Aunque Bilam es el profeta con capacidades espirituales, su papel es más bien el de un instrumento. Balak es quien inicia el proceso, y la estructura narrativa de la parashá gira en torno a su deseo y sus acciones.
La intención es importante, es la semilla de la acción que aunque a fin de cuentas salga o no como se le concibe, tiene su propia energía y hay que observarla y cuidarla, refinarla.
Balak, a pesar de su fracaso, que veremos a lo largo de la semana, termina derrotado y aunque no aparece un castigo de inmediato hacia él, su reino sí fue objeto de profecía de destrucción. Bilaam, antes de irse, profetizó que Moab (el pueblo de Balak) sería finalmente conquistado y derrotado por Israel. Esta profecía se cumple en libros posteriores, cuando Moab es subyugado por los israelitas.
En la porción vamos a adquirir varas lecciones importantes, hoy la de revisar nuestras intenciones, la de no odiar solo por no entender, la de cuidar nuestras asociaciones y también la que se representa en un viejo dicho popular: "tanto peca el que mata a la vaca, como el que le jala la pata".
Lo dejo a tu reflexión personal, cada uno revisemos donde hemos tenido intenciones non sanctas que nos desconectan de nuestro propósito espiritual.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
Fuentes: Jabad Aish Latino Kabbalah. com (Perplexity IA)
Imagen https://www.youtube.com/watch?v=CLONM23wQKY