Esta semana uno de los grandes mensajes tiene que ver con la gratificación instantánea, versus, la capacidad de demorar la satisfacción para que esta sea perdurable y más intensa.
Nadie niega que una rebanada de pastel de exquisito chocolate es una satisfacción rica, pero es volátil. La satisfacción que da por ejemplo, aprender algo a través del estudio más la experiencia, toma tiempo, pero da una capacidad de sentirse satisfecho de maneras mucho más durables.
De eso habla justamente el episodio del Becerro de Oro. De algo que se llama desesperación.
Observa cuantas veces pierdes la satisfacción en el proceso por la desesperación de recibir ya ya ya algo.
Explican los maestros que las cosas buenas
vienen para las personas que saben esperar: La gente no cambia en un
momento, no se es exitoso en un momento, la revelación
de mi potencial no es en un momento, todo lleva un proceso.
La desesperación y la impaciencia pueden ser trampa para perder la plenitud que si podría encontrarse.
¿Observas temas en tu vida en los que ya estás desesperado o lo has estado y lo apresuraste?
Este es un buen momento para reflexionar si estás en un estado de ansiedad por algo similar. Por supuesto mientras transcurre el proceso tu debes estar preparándote, es el tiempo de la transformación misericordiosa, no la que te obliga a cambiar a fuerza.
¿Donde estás y cómo lo estás experimentando y resolviendo?
Importante revisar y tomar una actitud constructiva de tu capacidad de recibir...quizás "de veras de veras", te falta un poquito para tener la vasija necesaria para recibir con plenitud...a trabajar :-)
Feliz día querida Comunidad
Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Ki Tisa 2009 Centro de Kabbalah Internacional
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