Jueves 21 de enero de 2016
La porción de esta semana, Beshalaj, termina con la llamada “guerra de Amalek”, en dicha guerra los hijos de Esav lucharon contra los israelitas y perdieron.
Kabbalísticamente, entendemos que esta guerra representaba una lucha espiritual. Cuando en un principio los israelitas fueron al desierto, lo hicieron para pelear una batalla en el plano espiritual: una batalla contra sus propias dudas y negatividad.
Verás, todo ser humano, mientras esté en su forma humana, tendrá dudas y dificultades con aceptar las leyes espirituales de la naturaleza. En otras palabras, la duda no es una característica inusual. Por ejemplo, en la guerra contra Amalek a los israelitas se les prometió una victoria segura (¡Por el mismísimo Creador!), y aun así ellos tenían sus dudas.
Ahora bien, tener dudas no nos hace “menos espirituales”. Ninguno de nosotros, mientras tengamos aire en los pulmones, seremos inmunes a las dudas. Todos hemos dudado muchas veces en la vida: nos preguntamos dónde estamos, qué estamos haciendo y si realmente todo lo que ocurre es para mejor.
En la configuración cósmica de esta semana tenemos la capacidad de ir más allá de ese espacio en donde las dudas nos atacan.
Las antiguas escrituras explican que la gente de la generación del desierto estaba en un nivel más alto de conciencia que nosotros hoy en día. Después de todo, los israelitas tenían a Moshé con ellos; Moshé, ¡Quien estaba en contacto directo con Dios! Eso seguro que es más de lo que tenemos ahora.
Sin embargo, aunque no tengamos un Moshé en nuestra generación para que nos guíe a través de nuestro desierto espiritual, sí tenemos una capacidad innata y acceso a conceptos espirituales que pueden llevarnos a un lugar de divina conexión con el Creador. Esta semana, a través de la utilización de los 72 Nombres de Dios (haz clic aquí para más información), nuestra capacidad de usar las herramientas espirituales y el entendimiento de que somos los únicos que realmente podemos producir cambios en nuestra vida, podemos crear un espacio de certeza para avanzar en nuestro camino.
Karen Berg
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La duda suele ser el momento crucial de un proceso.
La duda es ese peligroso pero reluciente momento, en que algo de nuestra vida puede cambiar.
Si, lo sé, es uno de los momentos más incómodos que podemos atravesar, nadie podrá negarlo, y sin embargo, suele ser el momento en el que podemos decidir algo diferente.
Ayer lo hablaba con alguien a quien acompaño en su proceso y a quien aprecio de verdad: no podemos olvidar que la mecánica de este Mundo para impulsarnos a crecer, es volvernos a poner la misma prueba una y otra y otra vez, actores distintos, pero más o menos la misma historia, lo que llamamos "un patrón".
Si, lo sé, son los momentos en que más desorientados y cansados podemos sentirnos, pero es justo ese momento en que sentimos que la oscuridad se cierne que debemos decidir elegir la Luz y revelarla.
Sé que hay momentos que sentimos que esto ya es demasiado, que lo hemos intentado muchas veces y seguimos igual.
Hay que recordar algo, Kabbalah habla de un 99% y de un Mundo del 1% que es el Mundo de la Manifestación.
A veces, en nuestro pensamiento creemos ya tener el concepto correcto. Pero el 100% no está completo hasta que el 1% también se vuelve Luz revelada, así que ese esfuerzo de manifestar diferente es el que se nos pide para que se pueda romper el patrón y una realidad nueva nos pueda ser manifestada.
Si me dices que ya te cansaste en ese momento, te voy a pedir que no renuncies. Ese es el instante en que se espera que seas como la Luz. Pero tienes que entender y hacer consciencia y realmente decidir algo diferente y HACERLO.
Maljut es el mundo de la manifestación. Si quieres escribir un libro y lo tienes claro en tu consciencia, entiende que hasta que no empieces realmente a escribirlo en un papel o un procesador de palabras y empieces a caminar el camino también en esta realidad física, no dejará de estar en idea, es decir, en el mundo de lo espiritual. Nadie recibe un Pulitzer o un Nobel por pensar bien. Se premia a quien lo escribe, le da seguimiento, lo publica, lo promociona etc. :-)
Cuando viene el reto, lo que se espera es que ya con las herramientas que tengas decidas y actúes diferente. No es solo para que pienses, otra vez me caí y con la misma piedra...en el levantarte y con que consciencia lo haces hay una ENORME diferencia porque ahí es donde de verdad aprendes. Si lo haces, es factible que vuelva la prueba, y tu ya estés más fuerte, y venga otra vez la prueba y ya sientas que es más pequeña, y otra vez y otra vez y otra vez y un día, de verdad ya eres otro frente a ella.
El juego se llama paciencia, el juego se llama resiliencia, el juego se llama Pasión por la Luz, el juego se llama valentía, el juego se llama Deseo genuino por la Luz.
No llegas a la primera, pero si juegas con el corazón y el entendimiento, llegarás hasta donde la Luz ha querido que llegues.
No desistas ahora Comunidad. No desistas. Fuerza y alegría de estar vivo. Si tienes la prueba es que aún tienes oportunidad.
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt