Hoy les comparto un pensamiento de mi maestra Ruth Rosemberg acerca de la porción de la Biblia llamada Mishpatim, en la que como sabemos, los israelitas después de ese momento de éxtasis de estar en presencia del Creador y de recibir los diez enunciados (los diez mandamientos), reciben una serie de mitzvot, es decir de reglas de comportamiento, justo después del momento tan emocionante.
Se pregunta Ruth: ¿Qué tiene que ver recibir la Torá con "la ley de responsabilidad" que se les entrega en Mishpatim?
Y la respuesta es Con esto, se busca "extraer santidad y valor de cada aspecto mundano
de nuestra vida"
A todos nos encantan los momentos de claridad. Nos hacen sentir llenos de energía con una epifanía que hace que las cosas parezcan muy claras. Nos hacen sentir bien y realizados, incluso sin llevar a cabo ninguna acción todavía.
Pero el mayor problema con estos destellos de iluminación es que tan pronto como llegan, también pueden desaparecer rápidamente.
Quizás te haya pasado, momentos en que pareces resolver algo que necesitabas y que al día siguiente has olvidado por completo, o un logro que parecía el momento más importante de tu vida y al instante siguiente algo te distrae y eso tan magnífico queda en el olvido.
"... te despiertas a
la mañana siguiente sintiéndote incompetente e inseguro acerca de exactamente
aquello de lo que estabas tan seguro hace apenas unas horas".
Prosigue Ruth: Los sabios hablan del hecho de que la vida está llena de momentos "altos" que son muy breves en comparación con el conjunto más amplio de nuestra existencia. Si tomamos por ejemplo una boda, ese es un momento de alta emoción, que se celebra en el transcurso de unas pocas horas como un evento de profundo significado, y sin embargo, ese momento resulta muy breve si se considera comparativamente con los largos años de matrimonio que le seguirán.
Precisamente por eso los sabios nos sugieren comprometernos en ese mismo momento -mientras aún estás en estos momentos fugaces- con una acción vinculante.
La vida puede fácilmente estancarse y simplemente vivirse de un momento de
euforia a otro sin ella, sin preocuparse por la evolución o el crecimiento. Al
igual que la ceremonia de boda tiene el "Ketuba" o "contrato de
boda" entre marido y mujer, nosotros también debemos hacer cumplir un
sistema que nos haga responsables de nuestro crecimiento.
Esta semana, piensa en un momento en el que experimentaste un
alto nivel de claridad, creyendo que era la clave para resolver varios asuntos
solo para desintegrarse y olvidarse poco después. Intenta imaginar cómo sería
tu mundo si intentaras revivirlo y te comprometieras con una acción que pudiera
hacerlo perdurar.
Quisiera ayudarte a comprender mejor este concepto que comparte Ruth, yo lo observo muchas veces en las sesiones en mi consultorio, algún paciente llega a un momento de mucha claridad que lo conmueve y le hace ver cómo puede dar un siguiente paso en su vida, pero justo cuando termina su sesión de la que sale muy emocionado, algo mundano lo distrae y le hace olvidar el propósito que le había quedado claro.
Así somos los humanos que estamos atados a la inteligencia del cuerpo, no solo a la del alma, por eso, la recomendación es que en el momento que encuentras algo que resulta ser revelador, hagas de inmediato algo que ya no te deje perder esa claridad. Empieza el ejercicio, inscríbete en la escuela, haz la tarea que dijiste que harías de inmediato, haz la cita con el terapeuta o lo que sea que hayas sacado en claro.😊
Los humanos tenemos que hackearnos a nosotros mismos para no caer en los olvidos o las indiferencias que nos hacer volver a la existencia equis y dejar pasar lo que realmente nos puede conectar con una vida de más significado.
Shabbat Shalom en la noche de este viernes
Prana Raquel Pascual
Basado en The Monday Muse de Ruth Rosemberg
Imagen https://mexicolibertario.org/matrimonio-como-contrato-entre-privados/
