jueves, 18 de junio de 2009

Junio 18, 2008 ¿Cuál es tu intención?

JUEVES 18 DE JUNIO DE 2008

Todos tenemos momentos en que nuestros amigos nos decepcionan. Más allá de las suposiciones obvias que hacemos de lo que está mal con ellos, como personas con mentalidad espiritual queremos encontrar lo que pudimos haber hecho para provocarlo.


Una posible razón es que la amistad que ofrecimos dependía de que recibiéramos alguna forma de beneficio más adelante.


Hoy, examina tus relaciones e identifica en dónde hay una expectativa. Ofrece amor incondicional en cambio.

Yehuda Berg
_________________________________________
Hace poco di un curso en el que hablaba de la confianza. Todos tenemos ese dicho de "La cofianza es un hilo que si cortamos, aunque le hagamos un nudo, ese nudito se sigue viendo." O este otro. "La confianza es como un cerillo, una vez que se apaga ya no se puede volver a encender."


La pregunta que yo les hacía a las personas es "¿Quien de los que están aqui nunca han decepcionado a alguien? Levante la mano". Nadie la levantó. "¿Quien de aquí ha sido decepcionado alguna vez por alguien?" Todos la levantaron.


La pregunta es ¿Quien es perfecto? Si alguien levantara la mano se vería en el gran problema de tener que demostrarlo y de no caber en este planeta donde todos nos caemos y en el mejor de los casos nos levantamos y así sucesivamente.


Reflexionaba con el grupo: la gente nos puede decepcionar, incluso nosotros seguramente decepcionamos, pero me resulta complicado pensar que una relación pueda durar toda una vida sin que eso suceda en algún aspecto.


Sin embargo, si hay relaciones que duran toda la vida ¿Qué sucede entonces? ¿Porqué alguien que ha dañado nuestra confianza puede seguir a nuestro lado y nosotros al suyo? Bueno. Sin pensar en resolver todos los casos en una frase, pero me atrevo a pensar que quienes salen avante y fortalecidos es porque quien "agravió" no tenía clara consciencia de que lo hacía y además que se regresó a tomar responsabilidad por sus actos y sus intenciones, y corrigió sin importar que fuera difícil, y quien estaba en el otro extremo de la situación no se quedó instalado en juzgar sino que fué capaz de extender amor incondicional y hacer una corrección también en si mismo.


OJO habrá quien se quede toda una vida por co-dependencia, permanenciendo por "necesitado", por el terrible adagio de "Mal contigo peor sin ti" No no no no. No es lo mismo. Si no hay voluntad de corrección de las partes si te lo digo, nadie está condenado al masoquismo ¿De acuerdo?


Algo importantísimo con respecto a esto de las decepciones también fue explicado ayer en la clase de la porción de Korach. Nuestro Maestro Shimon nos decía:


"Muchas de nuestras relaciones se basan en necesidad, si te necesito, te amo, si no, no te amo. Esa es nuestra debilidad. Tenemos que admitir que estamos manejados por nuestra carencia no por amor. Amor es una afinidad. Afinidad con propósito, si uno de la pareja comparte y otro no, va a haber un shock. Lo único que queda es la afinidad de alma. Puedes tener muchos tipos de “mates” (compañeros) pero soul mates (compañeros del alma o alma gemela) de Alma, no cualquiera."


Entonces ojo, nosotros como seres con carencias queremos cubrirlas, demandamos llenar nuestros vacíos, que los demás lo hagan. Nos relacionamos por carencia, no porque realmente tenemos una incondicionalidad hacia la otra persona...¿Eso es amor? Ah caray ¿Entonces quiere decir que me decepciono porque algo en mi está necesitado y viendo de donde toma esa energía...? ¿Entonces no es la otra persona quien tiene la obligación de hacer algo al respecto...sino que es mi responsabiidad?


Ops.


Como siempre. Kabbalah te devuelve tu responsabilidad en tu vida. Si hay una decepción busca en ti mismo. Probablemente la principal respuesta de tu amargo en la boca no estará sino en algo que puedes corregir en ti mismo y en purificar el "desde donde" te estás relacionando con el mundo. Si de verdad tu amor y tu aprecio se apagan como un cerillo...¿Era de verdad amor?


Mucho trabajo por hacer ¿Verdad?


Prana Pascual