MIÉRCOLES 16 DE DICIEMBRE DE 2009
Es fácil rezar. El verdadero trabajo espiritual es relacionarse mejor con los demás. Nos conectamos con Dios al conectarnos con la gente.
Hoy, sé cálido con alguien con quien acostumbres ser frío.
Yehuda Berg
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Cada noche lo hacía, cada noche, porque si ella** me había dicho que con esa lectura se podía abrir el corazón lo haría. Esa era una puerta que no pretendía mantener cerrada por el resto de los días...¿O acaso podía? Si así hubiera sido... ¿Quería?
No puedo decir que no tuve miedo, porque da miedo sentir demasiado cerca el dolor de alguien más, porque da miedo que alguien más te lea el Alma tan de cerca y porque claro que sientes temor de que alguien te de muy duro en el corazón.
Algún día lo descubrí. Siempre lo supe pero un día me lo confesé: Siempre supe esconderme, siempre tuve un lugar especial, una caja de cristal donde recluirme para no sentir de cerca porque nadie quiere meterse en las aguas del dolor voluntariamente.
Ahora lo sé de cierto, pero finalmente lo hice. Se abrió ¿Qué vendrá con ello? No lo sé.
Dicen los que me conocieron en el pasado que podía extraerme para no sentir.
Si creo que podía hacerlo, podía abstraerme, era un poder que tenía que aunque creo que sigue ahí ya no lo acceso con tanta frecuencia, ya elegí mucho más estar a la intemperie, dejar que la vida me toque...
Y esto no tiene que ver con bondad, sólo tiene que ver con miedo. Miedo de estar en el mundo, miedo de que te hagan daño, miedo de no saber, miedo de resolver, miedo de no ser querido. Miedo de cada miedo.
Este fue de mis principales rezos: "Di-os mio, no permitas que yo viva con un corazón frío, descongélame el corazón. He vivido guarecida porque era un mundo agreste...quizás aún lo es, pero creo que tendré que enfrentarlo. No quiero un corazón de hielo..."
Un día descubrí las jacarandas. México lleno de jacarandas.
Un día conversando con un amigo de corazón gélido le dije "Has visto este mundo lleno de jacarandas" Volteó y como si hubiera visto una aparición me dijo "¡Nunca las había notado!...Que hermosas son!" y su corazón ha empezado a descongelarse =)
Un día mi amiga G. me contó que después de su viudez, cuando su esposo A. murió, --años después de su partida-- de pronto, como un milagro que pasa, ella abrió su ventana y descubrió la ciudad llena de jacarandas, miles de flores lila cayendo en su vida, en su jardín, en su mundo. Jacarandas acariciándole el Alma una vez más.
¿Qué será más común? ¿Qué un mundo de jacarandas te despierte o tener el corazón frio?
Creo que es más común el corazón escondido...
Hoy cuando mires a la gente mira hacia sus ojos...Di-os está ahí.
Ya no huyas.
Prana Pascual
** Mi Maestra Tzippy Benzaquén me regaló una lectura se llama Elijah Open. Sirve para abrir él corazón. Lo único que sé es que si yo encontré un camino, te lo quiero señalar, y que si te sirve mi manera de ver te presto cada mañana la ventana por la que veo el mundo. Espero que tu también veas la vida llena de jacarandas por siempre.
