Mientras más identificamos a nuestro Satán o nuestro Oponente, ganamos más poder.
Nuestro enemigo parece ser todas esa cosas que nos pasan: que se descompuso la máquina, que hace frío, que hay tráfico etc.
Pero el Oponente no es el que me hace perder el avión o la máquina descompuesta, El Oponente ¡está en uno! Son todas esas reacciones que se me despiertan, mi Satán es todo aquello que me sucede internamente que no me deja estar presente y que hace que yo desencadene actos impulsivos, malentendidos, respuestas imprudentes etc.
Mi
oponente lo encuentro en como yo reacciono a la frustración.
Un ejercicio que puedes hacer para conocer la cara de tu propio Oponente, es que todo necesitamos identificar para poder transformarlo:
Identifica una situación difícil que te esté sucediendo o te haya sucedido hace poco
- ¿Cuál fue tu reacción emocional?
- ¿Cuál fue tu reacción física?
El problema no es el evento, o la "piedra" con la que tropiezo una y otra vez, sino cómo reacciono yo a la situación emocional y físicamente, ese es mi Oponente personal, ahí está, míralo con claridad. Eso es lo que hay que trabajar en nuestra transformación personal.
Feliz día Comunidad, haz el ejercicio de identificación ¡Y feliz semana!
Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta
Basado en clases del Rav Berg
Imagen http://angelicaitalia.blogspot.com/2013/06/tropece-con-la-misma-piedra-julio.html
