domingo, 1 de septiembre de 2019

Es Bueno


Shoftim (la lectura de esta semana), es una porción muy pequeña que se lee siempre cerca a la Luna Nueva de Virgo.

Es una re conexión con la energía de Teshuvá.

Esta palabra la vamos a estar escuchando mucho durante todo este mes y hasta un poco más, ya que está relacionada con todo el proceso de Rosh Hashaná…verás que menciono Rosh Hashaná como un proceso no como una fecha o una celebración. Más vale entenderlo así.

Teshuvá significa de manera simplista, "arrepentimiento", pero en realidad es mucho más. En realidad, teshuvá es un volver a la conciencia perdida, restaurarla o regresar a ella, regresar al estado de la conciencia puro que no fragmenta en "me va bien o me va mal", sino que acredita que estamos en un continuo.

Muchas veces hemos escuchado que el proceso de Adán y de Eva fue una caída… ¿La caída de qué? De la conciencia de ser parte de la Luz, de que todo es bueno en la Creación. 

Adán y Eva vivían en ese estado de apreciación y de integración con todo, hasta que cayeron en la tentación de empezar a creer en la división del bien y del mal, empezó la dualidad que les ofreció la serpiente, misma que nos inyectó la posibilidad de dudar y de confundirnos, aunque también la de elegir y de decidir (por algo sucedió).

Así nos pasa a nosotros, vivimos la vida no como una unidad en la que viajamos, sino que la vamos dividiendo en días calendario, horas, etapas, momentos, instantes, eventos, no como en un océano y por supuesto en un me va bien o me va mal como si la mariposa juzgara a la crisálida como un mal momento, y el estado maduro como el bueno.

Se nos instaló una mentalidad lineal, de inicios y finales, y no captamos el sistema de ciclos.

La Teshuvá es volver a ese estado original donde podemos apreciar toda nuestra vida como ese ciclo que tanto nos gusta ver en películas como El Rey León: El ciclo de la Vida, donde Simba, lleva a cabo el viaje del héroe teniendo que salir de su casa, de su comodidad e ir a madurando hasta volver para ser coronado rey y reiniciar el gran ciclo del Todo.

Volver a ese entendimiento de que no estamos en un fragmento que nos espanta tanto porque pensamos que lo nublado jamás se irá...y la verdad es que eventualmente siempre que llueve para, y después del sol, seguramente volverá a llover Y vio Di.os al ver su Creación que Y vio que es Bueno. 

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach
Foto Prana Pascual - Yaute