martes, 16 de noviembre de 2010

Noviembre 16, 2010. Sobre la porción de esta semana, una reflexión.

Mmm, hoy tampoco ha llegado el correo de Yehuda y ya varios lo extrañamos. Si al rato llega con mucho gusto trataré de darme un ratito para subir la afinación, pero mientras tanto, como esta es la hora que tengo para poder compartir, trataré de usarla con la consciencia puesta, aunque para los comentarios de Kabbalah, siempre prefiero llevarlo a él como guía.

En estos días, he estado leyendo acerca de lo que pasa en esta porción. Lo que observo, es que una de las principales características de Jacob, era tener visión y saber aplicar estrategia para aprovecharla para conseguir sus objetivos, mismos que seguramente tenía muy claros como hemos estado hablando.

Por ejemplo, lo del plato de lentejas fue un momento ¿No creen? No es que tuvo semanas para urdir el plan, o al menos no leí nada que dijera de ello =) sino que ante la ocasión, el aplicó su inteligencia, peró lo pudo hacer por lo claro que tenía donde estaba el valor y su objetivo, y porque además, tenía la consciencia despierta.

En este otro pasaje de la semana, Hashem (Di-os) indica a Jacob que tiene que volver a la tierra de su padre.

Después de estarse escapando de su hermano, un buen día vino Di-os y le dijo tienes que volver a tu tierra lo cual implicaba encontrar a su hermano que llevaba cultivando rabia y enojo todo ese tiempo. El entendió que Di-os había prometido protegerle, así que si le mandaba debía ser por bien.

Es bueno que tuvo ese entendimiento, porque la mayor parte de las veces, cada uno de nosotros ante los obstáculos y las situaciones adversas, pensamos que hemos sido abandonados o "traicionados"  y en realidad no vemos lo que hay de bondad en tener que pasar por esa situación.

Lo que observo, es que Jacob tenía certeza en ello, pero además actuaba en consecuencia. Lo humano de el --por lo que veo--, si se cimbraba, pero seguía adelante, así que decidió mandar ángeles (en hebreo "Malachim -se lee Malajim-- significa dos cosas: "Mensajeros" o "Ángeles").

Nos explicaba Ariel en clase que esta porción habla de la guerra y de cómo ganarla. Por supuesto sabemos que "nuestra guerra" no es con otra cosa que con la fuerza que con la de nuestro Oponente, y que hay que aplicar inteligencia para poder ganar.

Dicho sea de paso, la inteligencia del "Satán" personal es tanta (lo habrás notado porque siempre pega donde andas débil, donde te duele más y no sabes que hacer y te confundes, o donde estás distraído ¡No tiene un pelo de tonto!), que más nos vale jugar con inteligencia también en nuestas vidas, no es esa bondad lacia y sencillita la que nos protege, sino que hay que estar alertas, hay que estar despiertos para poder enfrentarle.

Entonces Jacob mandó mensajeros para decirle a Esau:

"Humíllense delante de él. Llámenlo, "Amo mío". Sin embargo, expongan nuestra posición claramente. Díganle en mi nombre que he vivido con Labán, el amo de todos los magos y estafadores, pero lo superé (implicando que seguramente lo superaré a él). A pesar de vivir en la casa de Laván, cumplí con la totalidad de las seiscientos trece mitzvot [mandamientos] (implican- do que por lo tanto no espere salir victorioso). Demoré mi partida hasta ahora (hasta el nacimiento de Iosef, porque él posee el poder para prevalecer sobre tí)."
Veremos que se mostraba humilde de entrada, le daba lugar, pero mostró también --intercalado entre las frases--, su poder para infundir también temor en Esau y hacerle saber que no estaba ni solo, ni indefenso.
Interesante. Muy interesante.
Muchas veces he pensado en la vida que sólo con ser "buenito", la salvas, pero en realidad hace falta más que la bondad a secas, hay que tener consciencia despierta, hay que saber que vendrán embates, hay que saber donde está lo valioso, cual es tu objetivo, saber tomar una posición humilde si, pero no despreciar tu propio poder. 
A mi este es uno de los pasajes que me deja reflexionando más, porque no es una ofensiva porque sí, ni es que Jacob quería aprovecharse de nada, pero el está listo y actua con agudeza. En ningún momento de la historia, deja de negociar, nunca deja de estar pasos adelante, preeviendo lo que puede ser, no decide por reactividad, sino con proactividad.
Iaakov instruyó a sus hombres - Expliquen claramente a Esav que si busca la paz, yo estoy preparado para la paz, pero si quiere guerra, también estoy preparado para ella.
Para la vida, hay que estar preparados. Para enfrentar al Oponente que son todas esas cosas que nos molestan, nos obstaculizan, nos sacan de quicio etc., aún más. No hay manera de que no estén en nuestro camino. Pero hay que estar listos y despiertos de consciencia.
Que tengas un día claro y luminoso en tu consciencia. =)
Un abrazo

Prana Pascual
Basado en clases de mi Maestro Ariel y el texto del Midrash enviado amablemente por EJ.
¡Muchas gracias!