Seguimos con la porción llamada Balak.
Bilam y Balak acechaban con la intención de maldecir y
matar.
Balak era el mayor enemigo de los israelitas. Es
extraño que merezca tener una poción que lleva su nombre. Pero el nombre es solo una metáfora del instinto negativo que existe dentro de
nosotros.
No se trata de Balak, sino de la energía negativa que llevamos con
nosotros todos los días.
Balak era el maestro del mal de ojo y Bilam era el maestro
del discurso del mal, por lo que Balak quería reunirse con Bilam para que
juntos pudieran causar las más terribles maldiciones.
Si combina y reorganiza los
nombres de Balak y Bilam en hebreo, forman otras dos palabras: Bibul, que
significa confusión, y Amelek, que es una nación que representa la duda.
Tenemos que pensar en estas dos personas no solo como
personas físicas, sino también como una consciencia que existió y sigue acechándonos. Sus nombres nos
ayudan a entender de qué se tratan.
Nuestros dos grandes enemigos, la confusión y la duda, disparan las conductas más negativas, los juicios más amargos entre nosotros.
¿Quieres ver a un humano asustado? Genérale confusión y duda, el miedo por lo regular disparará sumisión o agresividad e ira incontrolable...¿Puede haber algo más destructivo para la solidaridad y la unidad?
Tenemos que pensar y reflexionar profundamente que está pasando dentro de nosotros.
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt
Basado en clase de El Centro de Kabbalah Internacional
Imagen National Geographic en Twitter
