martes, 20 de octubre de 2015

Martes 20 de octubre de 2015. Revisión de la semilla


Martes 20 de octubre de 2015

Los desafíos que se presentan en la vida no son un problema,  el problema es no creer, que podemos superarlos.

Karen Berg.
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Ayer me decía a mi misma: ¿Hay alguna manera de llegar a sentirse muy orgulloso de algo si esto no ha demandado esfuerzo, constancia, trabajo persistente, dificultad, y si, de vez en cuando atravesar con un poco de miedo la situación?

Quizás si, pero me queda claro que esta otra ruta tiene su encanto...jajajaj

Desde que conocí la Kabbalah, entendí la enseñanza de esta magnífica forma de seguir el hilo conductor de la vida, y esto es ver que pasa comparativamente con la porción de la Biblia y que vamos transitando los seres humanos el día a día y con que consciencia, de esta manera nunca sientes que vas sin rumbo, veamos a qué me refiero:

Esta semana estamos recorriendo Lech Lecha (Lej Lejá), la porción que entre alumnos del Centro es muy famosa por considerarse la que ayuda a conectar almas gemelas entre sí. Yo diría que eso no sea lo que en este momento nos tome la atención, porque me parece que eso es un mérito, un maravilloso efecto que surge a consecuencia de un trabajo que es el que quiero comentarte aquí, más no es la causa.

Veamos que nos explicó Ariel en el 2007:
Dios le dice a Abram “Anda hacia ti mismo, Búscate” (Lech Lecha)  Sal de tu tierra, de tu ciudad, de la casa de tus padres (noten que va de los más grande a lo más chico). Era hijo de Teraj quien se dedicaba a hacer ídolos, ese era su negocio. El Apter Rebbe dice que Abram inició algo increíble, que es todo lo que el Centro enseña.

“¿Cómo puede ser que si Abram es tan importante pero que su historia parta desde que el tenía 70 años?” Que pasó con el los primeros 70 años? Y lo que dice el Apter es: La razón es porque todos esos 70 años están resumidos en la primeras palabras de la porción Lech Lecha, trabajándose a si mismo, buscando la verdad, conectándose consigo mismo. El Apte Rebbe dice que esa es la razón del mérito de que Di.os se le apareciera y le dijera Lech Lecha y que lo iba a guiar que le prometiera además honor, fama, dinero, éxito, hijos, patriarcado de una gran nación.

A veces en nuestras vidas no sabemos que hacer, ¡Qué bueno sería que Dios viniera y nos dijera! Pero no sucede así. Así que el mérito de él es que en esos 70 años hizo la  preparación para Lech Lecha.

Y es que hay que hacer el trabajo porque uno nunca sabe cuando vas a necesitar la energía de las cosas. Si supieras que cada cosa que haces, cada día, es como una cuenta bancaria de energía para el momento que necesites de verdad --cada pequeña acción de romper mi ego, de orar por otro de levantarme de noche etc.--  funcionará como un saldo positivo a tu favor.

Si no pongo plata no tengo en mi cuenta para cuando necesite milagros. Entonces Abraham estaba invirtiendo en su cuenta de milagros.

Así funciona la energía de Kabbalah, cuando hay masa crítica de energía la gente tiene milagros etc. 

Abram tuvo que pasar por diez pruebas (mesionot) retos pero también por milagros. Levantarse por sobre su naturaleza, por sobre la suerte de las estrellas.

El Rebbe dice que La primera prueba de Abraham fue la más difícil, ni siquiera la de Sarah que no tenía ovarios y que sin embargo pudo concebir o la de estar dispuesto a matar a su propio hijo fueron tan difíciles.

¿Porque que Di.os te dijera que salieras para ser exitoso era la más difícil? Esto es porque  la verdadera dificultad era saber que la única manera de que funcionara lo que la Luz le ofrecía debía ser sin deseo de recibir para si mismo. ¿Cómo hacerlo sin agenda? ¡¡Por eso lo difícil!! ¡¡Porque se trataba de una prueba de consciencia!!

¿Estas pasando por pruebas? ¿Te está costando trabajo algo? Revisa con que consciencia lo estás llevando a cabo...quizás estás perdiendo de vista el momento de sembrar la verdadera semilla de milagros en el proceso.

Feliz día Comunidad. No dejes de revisar tu propia vida a través de la sabiduría.

Prana Raquel
Psicoterapia Gestalt