viernes, 2 de marzo de 2018

Como perrito en ventana



En los 40 días que Moisés subió al Sinaí, nadie sabía que pasaba con él, ciertamente si les dijo que serían 40 días y 40 noches y que durante ese tiempo lo que tenían que hacer, era mantener la unidad, la certeza y la consciencia alta. Les dijo que tenia que ir a hacer algo importante.

Ya sabemos que fue lo que pasó: Construyeron un ídolo llamado El Becerro de Oro" para saciar su momento de desesperación de contar con un guía.

Por supuesto mientras leemos, sabemos que los israelitas tenían que aprender a no ser esclavos de sus impulsos, ni de obedecer a sus miedos, y a sus prisas por carencia, tampoco a su ser "needy", es decir, "necesitados emocionales".

Generalmente y lo sabemos, todos enfrentamos momentos en los que queremos la solución "ya ya ya". Los momentos tipo supermercado en que te aconsejan que no vayas con hambre porque comprarás más de lo que necesitas, o de cuando comemos comida chatarra porque aún no es hora de comer y "ya no podemos aguantar más", o como cuando entras a una relación con alguien, porque "es lo que hay" y ya no quieres "estar solo" y quien sabe si "vuelva a haber".

Muchos ejemplos de esta intempestiva saciedad de los impulsos que después nos pueden meter en problemas serios o de largo alcance en tiempo y gravedad.

¿Que es lo que estás esperando como "perrito a su dueño en la ventana", que te tiene el alma tan inquieta? 

Ojo, esa es la fuente de una posible desconexión que te puede enrolar en situaciones que después serán como bolas de nieve cuesta abajo.

Para el impuso. Eso es ejercitar el músculo de la restricción.

Shabbat Shalom al caer la noche.

Prana Raquel Pascual

Imagen https://www.taringa.net/posts/videos/18440600/Que-hace-un-perro-cuando-su-amo-sale-de-casa.html