VIERNES 22 DE MAYO DE 2009Antes de bajar a este mundo físico, cada uno de nosotros firmó un compromiso permanente para ayudar a un cierto número de personas.
Sin embargo, la mayoría de nosotros olvidó esa promesa y evitamos ayudar porque es incómodo. Pero es en esos rincones incómodos de nuestras vidas donde sacamos de su escondite la mayor cantidad de amor y Luz.
Hoy resplandece. Está allí para alguien (especialmente cuando eso sea arduo).
Yehud Berg
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Así lo decía ella:
"No nací en 1910, como dicen los documentos. Nací el 10 de septiembre de 1948 en una calle de Calcuta, cuando tropecé con el cuerpo de una mujer moribunda. Ratas y hormigas se paseaban por sus heridas. La levanté, caminé hasta un hospital cercano y pedi una cama para ella. la mujer murió en aquella cama, la primera y única cama que tuvo en su vida"
Madre Teresa de Calcuta. (Extraido del libro Evangelio de una Santa, Pedro Arribas Sánchez, Ed Lumen).
A veces, hago pruebas en mis días cualquiera. Veo a la gente trabajando en las mismas oficinas que yo. Hay un papel o algún objeto tirado en el pasillo. Prácticamente nunca me ha tocado ver que alguien pase y sienta tal molestia de ver la basura tirada a su paso en una oficina bonita, que se obligue a si mismo a detener su paso para recogerle.
Yo me obligo. Me obligo porque pienso que es nuestro lugar de trabajo, que debiera ser un lugar que hable de nuestra imagen corporativa. Me obligo porque también pienso...no es ni siquiera algo tan importante como un ser vivo, ni algo sobre lo que tendré que responsabilizarme más allá que de llevarlo a el lugar de cosas extraviadas o a un basurero en caso de que de eso se trate...
Pero no creas, que me he dado total cuenta de cuántas personas he visto en mi vida a quienes di la vuelta..."tengo prisa", "no es nada mio", "no es mi problema", "alguien más se encargará..."
No vivo en Calcuta...en realidad tampoco en Suiza. Vivo en la Ciudad de México y seguramente he visto gente en necesidad y no les he extendido mi ayuda. Pero aún más, hay gente conocida que ha estado en problemas...lamento decir que a veces ni siquiera por causas de fuerza mayor las he dejado pasar.
No lo digo para que sientas culpa...ni aún yo. La culpa es un grillete que ni sirve y si estorba, porque si a partir de ahora, basada en la culpa yo empezara a ser más misericordiosa en mi camino, la pensaría útil. Si sólo veré la desgracia ajena y además del dolor que me cause verlo, me sentiré mal por sentirme "mala persona" --pero la resultante es que sigo sin hacer nada distinto-- el mal simplemente se multiplicó. Somos dos en malestar.
Las acciones deben de venir de la consciencia, de un cambio en tu manera de interpretar tu propia vida. Si hicimos tal compromio y lo olvidamos...quizás hoy es día de empezar a despertar en nosotros esa responsabilidad...No cierres el blog sin pensar que tanto extiendes tu la mano...y si la extiendes y ya te has contentado...quizás te contentaste demasiado pronto.
¿Quisieras hoy renovar tu promesa y aunque sea poquito a poco ir despertando eso en ti?
Shabat Shalom al salir las primeras tres estrellas en el firmamento.
Prana Pascual
