Mi madre, Karen Berg, suele decir: Nosotros hacemos planes y Dios se ríe de ellos.
Es una frase chistosa y muy popular, pero además hay mucha verdad en ella.
Es importante tener metas en la vida. Necesitamos seguir nuestros sueños y crear el tipo de existencia que queremos para nosotros mismos, pero también nos convendría en nuestro camino recordar que nada que podamos soñar se acerca al beneficio infinito que el Creador quiere darnos. Sin importar cuáles sean nuestros deseos, el universo quiere darnos mucho más.
De hecho, por lo general esta es la razón del por qué nuestros planes se salen de curso. Pensamos que todo se está derrumbando cuando en realidad todo se está organizando. Cuando las cosas no resultan de la forma en la que esperábamos (por ejemplo, si una relación no funciona o si un negocio fracasa) comenzamos a preocuparnos y entramos en pánico.
Si tan sólo supiéramos cuán innecesario era que pasara, no permitiríamos que estas intervenciones divinas se alejasen de nuestra calidad de vida.
Esta semana, existe una energía en el universo que puede asistirnos para que permitamos que el universo nos guíe. En momentos en los que no obtienes lo que quieres, confía en que algo, incluso mejor, viene en camino. Mientras más certeza tengamos en el universo, más rápido será el proceso.
Lo que consideramos como desilusiones, por lo general, es la forma del universo de decirnos: “Tengo algo mejor en mente”.
Yehuda Berg
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Considera esta frase cuidadosamente:
"Pensamos que todo se está
derrumbando cuando en realidad todo se está organizando."
Eso es lo que pasa en la vida con esas tantas cosas que nos asustan, y es que a veces no somos suficientemente grandes para hacer el cambio por nosotros mismos o lo elevados suficiente para ver el panorama desde una perspectiva más amplia y pensamos que una reorganización es un fracaso...
Pero el mundo seguiría en la edad de piedra si no hubieramos tenido que pasar por esos cambios de era, por los momentos de revolución, por erupciones, por reacomodos.
Pero queremos cambio sin que nada se mueva. =)
Queremos que nuestra vida cambie sin que nada se modifique. =)
jajajaja
Eso no existe.
Si quieres cambio, hay que aceptar que las piezas se reacomoden. Quizás si entiendes que hay un proceso más grande sucediendo y que no hay manera de ser distinto de que algo adquiera una nueva perspectiva, de que tu mismo comiences una nueva etapa si no hay algo que se vaya reacomodando...
El proceso puede ser más o menos "brusco"...pero en gran medida depende de la capacidad de acompañar el ritmo de la situación o que tanto nos aferremos al status quo.
La colúmna central es no ser tan rígido como para sentir que te quiebras en el paso, ni tan blando que pierdas cualquier consistencia de tu albedrío...es un lugar en el inter...pero si supones que mejor interponerte y ver si con eso puedes detener el proceso de reacomodo, quizás saldrás más vapuleado de lo necesario. =) o si no ves que también hay que estar despierto en el proceso puede ser que sientas que eres un poco víctima de la situación y bajo el fuego del horno de la Creación...
Nada puede quedarse inamovible. Mejor que aprendamos a amar la transformación y aliarnos con ella y asumir una ideantidad más creadora ¿No?
¿Donde quieres que tu vida sea una foto fija en lugar de un video?
=)
¿Con qué ritmo bailas la danza de la vida?
Prana Raquel Pascual
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