Los milagros no son siempre un gran espectáculo que todos pueden presenciar en el exterior. A veces son bastante pequeños y ocurren dentro de ti, donde nadie puede verlos. A veces un milagro puede ser el hecho de ver una situación de manera distinta, y simplemente con este cambio de percepción todo puede cambiar.
Para el hombre que era ciego y ahora puede ver, la vida se llena de júbilo más allá de lo imaginable. Sin embargo, la mayoría de nosotros poseemos el don de la vista y no sentimos la misma alegría. Él percibe desde un estado de apreciación total por lo que todos quizá demos por sentado. Su milagro es solo una nueva percepción.
Comenzar a ver que el Creador forma parte de todo momento de nuestra vida es un cambio de percepción y un milagro en sí. El proceso de volverse “iluminado” consiste en acercarse a la Luz del Creador y ver que hay un sentido y un propósito detrás de cada evento de nuestra vida. Quizá pensamos que creemos en eso, pero si alguna vez nos quejamos o nos sentimos tristes, aunque sea por un momento, la verdad es que no.
Esta semana nos acercamos al Creador y aprendemos sobre la manera de hacer las cosas de la Luz. Nos acercamos a una nueva perspectiva, dejamos de ver la vida como un conjunto aleatorio de sucesos, y la vemos más bien como un panorama Divino en el que interviene el amor del Creador. Esta semana nos acercamos a la Luz.
Vayigash es nuestra inspiración y guía cósmica de la semana.
Vayigash significa “acercarse”. Después de muchos años, Yosef y su familia finalmente se reunieron. Después de tantos años de luto, Yaakov al fin descubre que su amado hijo, Yosef, estaba vivo y próspero. Yosef finalmente se muestra ante sus hermanos. “Yo soy Yosef” son las famosas palabras que acabaron con toda la confusión y los problemas de ellos.
Hasta ese momento les angustiaba no saber por qué pasaban por tantas dificultades. Se culpaban entre sí por haber sido acusados de robo y posiblemente ir a prisión. Pero todos sus problemas acabaron cuando Yosef se mostró y, subsecuentemente, reveló que todo el proceso había sido diseñado por el mismísimo Creador. De repente, todas sus preguntas fueron respondidas y dejaron de dudar de su conexión con el Creador.
Yosef les dijo que no se angustiaran ni se enojaran con ellos mismos, porque el Creador lo había enviado a él a Egipto para para salvar sus vidas y no porque ellos lo habían vendido. No fueron ellos los que lo enviaron a Egipto, fue el Creador. Los hermanos de Yosef pudieron cambiar su percepción sobre la situación y, en consecuencia, todo a su alrededor cambió. En ese momento pudieron ver la Luz que estaba dentro de todos los sucesos y, debido a eso, todo se volvió diferente.
Karen Berg
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