sábado, 1 de septiembre de 2018

Entender por las buenas


Les comparto un fragmento del texto de la semana de Michael Berg acerca de Ki Tavo:

"La porción Qui Tavó trata acerca de las llamadas maldiciones y bendiciones. Está escrito que, a lo largo de la historia, cuando se leen las maldiciones —que parecen ser negativas— la gente no quiere ser llamada a la Torá y recibir la aliyá porque piensan que, con tan sólo escuchar las maldiciones, estas caerían sobre ellos. Sin embargo, el gran Kabbalista Rav Yisrael, o el Maguid, de Koznitz siempre pedía específicamente esa aliyá. ¿Por qué?


Aunque el Zóhar nos dice que dentro de esas maldiciones hay grandes bendiciones ocultas, Rav Áshlag dijo que la razón por la que Rav Yisrael de Koznitz pedía la aliyáde las maldiciones no era porque mientras las leía pensaba: “Oh, me estoy conectando con las bendiciones que están dentro de estas maldiciones”. Más bien era porque las entendía en un sentido literal. Las maldiciones son incómodas, y él las aceptaba como parte de su proceso.

Todo dolor que sentimos tiene solo un propósito: hacer que reconozcamos que sentir así sea un mínimo dolor es un resultado de nuestro Deseo de Recibir para Sí Mismo. 

Y sólo hay una cosa que podemos hacer con ello: convertir ese egoísmo completamente en Deseo de Compartir. Mientras no cambiemos por completo nuestro Deseo de Recibir para Sí Mismo en Deseo de Compartir, el dolor será una constante. 

Así pues, cada vez que sentimos dolor es por un único propósito: darnos cuenta de que no podemos aferrarnos más a nuestro ego, debemos soltarlo y transformarlo completamente en Deseo de Compartir. Esto no es momentáneo, es la realidad de la conciencia del cuerpo y el egoísmo. A veces solo hay un poco de dolor y aprendemos nuestra lección, mientras que otras veces empeora… No porque el Creador nos esté castigando, sino porque nuestra alma dice: “¡Dime en modo claro cuán rápida e intensamente me tengo que librar de mi ego!”.

No hay otra opción. Podemos orar y estudiar todo el día, hacer todas las conexiones y ser muy caritativos, pero si nos quedamos con nuestro Deseo de Recibir para Sí Mismo, habrá dolor; no hace ninguna diferencia cuán “espirituales” seamos o cuántas acciones espirituales hagamos, porque no eliminaremos el ego y el dolor de ese modo. Al saber esto, podemos entender que cuando Rav Yisrael de Koznitz se dirigía a la Torá y decía: “Dame las maldiciones”, lo que en esencia decía era: “Dame tanto como pueda soportar para impulsarme al máximo a cambiar”.

Traigo a mi memoria al único familiar (un tío mio) que tengo que es del signo Acuario, como yo. Se relata que cuando era chico y su mamá le iba a dar le típico coscorrón o nalgada de corrección que se usaba en esa época el decía "no mamá, no me pegues, yo entiendo con palabras", y a mi abuelita no le quedaba más que no pegarle.

Yo vivo con ese "mantra" : Yo entiendo si me explicas, yo entiendo con palabras, yo entiendo si reflexiono...no necesito el golpe"...y la verdad si puedo entiendo antes de que me pase el evento...no me lo brinco,pero trato de entender por las buenas y corregir antes de que me den el coscorrón :-)

¿Tu entiendes por las buenas?

Shabbat Shalom
Prana Raquel Pascual


Basado en https://www.michaelberg.net/es/articles/el-camino-no-sentir-dolor