sábado, 30 de octubre de 2010

Octubre 30, 2010 ¿Minas explosivas o flores?


SÁBADO, 30 DE OCTUBRE DE 2010

El mundo está arreglado estratégicamente para que cada persona y cada situación en nuestra vida nos presenten esta elección: podemos entrar en un campo minado o en un campo de flores.

Cuando ejercemos juicios negativos de nosotros mismos y los demás, enviamos negatividad y las situaciones explotan. Cuando vemos los aspectos positivos de las personas y situaciones, enviamos positividad y nuestras relaciones florecen. Al escoger ver las cosas bajo una luz positiva, podemos vivir en un mundo misericordioso, amable y alegre cada día.

Yehuda Berg

________________________

Mmm. Entiendo muy bien el punto que menciona Yehuda, cuando tu ejerces juicio, eso es el habilitador para que en balance, juicio pueda alcanzarte a ti. Sin embargo, tengo un matiz que dar y es algo que reviso mucho en mi clase de Astrología. Hay gente, con la que aspectos importantes, están en cuadratura, es decir, en conflicto y este habitualmente en lo que observo, no puedes entrar al campo de flores directo, sino que tienes que sembrarlo. =)

Yo he observado, que hay gente con la que eres muy amable, sin embargo, eso no es una protección para que se detone la cuadratura y entonces empieza el proceso de siembra de un lugar en el que ambos puedan convivir con aprecio o donde si --ni hablar-- ¡Empiezan tronar las bombas como en juego de artificio!

Pero sabemos que no hay nada que esté gratuitamente en nuestro proceso, si esa persona está ahí es porque algo hay que solucionar o aprender. Como diría el Rav, "Si no te gusta el mensaje, no mates al mensajero" =)

El tipo de proceso que cada uno tenemos que hacer, determina mucho esa bondad de entrar con alguien y fluir o chocar con alguien hasta sin pensar. Esto que dice mi Maestra no se contrapone con Kabbalah, por el contrario, está completamente alineado porque ella siempre se remite al proceso de tikun (ella no lo llama así sino que lo identifica como "falsa personalidad" o "verdadera personalidad"), y que en el momento en que tu trabajas esta última la vida te sonrie, fluyes, hay flores, pero cuando no, es como si traspasaras un campo minado rodeado de detectores láser que tienen una precisión que te anuncia que has vuelto a invadir las frontera de lo que no debes hacer ja ja...Cómo de película ja ja

Por eso lo importante de conocer tu proceso que no es igual al de los demás, por eso "a acciones iguales, no necesariamente cosechas iguales entre las personas" ¿Vale?

Te voy a contar un cuentito hermoso que habla de algo parecido. Está extraído de los Cuentos Espirituales del Tíbet, recopilados por Ramiro A. Calle. Se llama "Om mani padme hum", que es el mantra de los mantras.

"Y el caso es que una bondadosa joven que era lechera, todos los días sacaba algún rato para llevar leche a un ermitaño y encargarse de su manutención. El eremita había dado a la generosa joven el mantra "Om mani padme hum" y le había dicho:

- Mujer, recitando este poderoso mantra puedes navegar salva a través del océano de la existencia.

La mujer nunca había utilizado la recitación del mantra, pero cierto día llovió torrencialmente y cuando se dispuso a ir a llevar su ración diaria de leche al ermitaño, vio con sorpresa que el agua había formado un río. ¿Cómo pasarlo? Entonces recordó que el hombre piadoso le había dicho: "Recitando este poderoso mantra puedes navegar a través del océano de la existencia", más podré pasar este río. La mujer comenzó a recitar Om mani padme hum , om mani padme hum, om mani padme hum, y lo hacía con gran motivación y fe. Tranquilamente cruzó el río caminando sobre sus aguas.

Cuando la joven lechera estuvo frente al ermitaño, este, sabiendo en que condiciones estaban los caminos por las torrenciales lluvias, preguntó perplejo:

- Pero mujer, ¿Cómo has podido llegar hasta aquí?

- Fue muy fácil, hombre piadoso. Como con el mantra que me diste me aseguraste que podría navegar por el óceano de la existencia, pensé que si me servía para un óceano, cómo no iba a servirme para un río. Recité el mantra y crucé el río caminando tranquilamente.

El eremita nada más de escuchar a la mujer se dijo: "Cómo mi energía ha podido cargar al mantra que ha utilizado esta mujer lque le he permitido caminar sobre las aguas! Si ella ha podido hacer eso, ¿Qué no podría hacer yo? Y el ermitaño se llenó de vanidad.

Unos días después el eremita tenía que acercarse a la ciudad a hacer algunas provisiones, pero como no había dejado de llover, tenía necesariamente que cruzar el río que se interponía en su camino. Pero el ermitaño se dijo desde su soberbia:

Si el mantra "Om mani padme hum" que entregué a la mujer funcionó al ella recitarlo, mucho más ha de operar si lo recito yo y así, con toda facilidad podré caminar sobre las aguas del río.

El eremita comenzó a murmurar "Om mani padme hum" se aproximó al río, colocó un pie sobre la superficie...y se hundió en las aguas hasta las cejas. Unos dícen que pereció en el intento y otros, que avergonzado ante sí mismo, emprendió un largo retiro en la cima de una montaña.

El sabio declara: El ego es una carga tan pesada que te sumerge en las aguas de la ignorancia.

Te dejo estas ideas para tu reflexión. =)

Shabbat Shalom.

Prana Pascual

La editorial del libro es "Sirio"

Imagen: http://mujeresabias.wordpress.com/5-mujer-tibet/