jueves, 29 de enero de 2015

Jueves 30 de enero de 2015 El Shabbat de la Canción

Jueves 30 de enero de 2015

El Shabbat de la Canción

Esta semana celebramos un Shabat muy importante, el cual es llamado en el Centro de Kabbalah como el Shabat de los 72 Nombres de Dios. Sin embargo, se dice que los kabbalistas llamaron este Shabat Shirá, el Shabat de la canción. Ocurrieron unas cuantas cosas muy relevantes durante este Shabat: la revelación de los 72 Nombres de Dios, el gran milagro de la División del Mar Rojo, la canción que los israelitas cantaron después de la división del mar, el maná, la pelea con Amalek (quien representa nuestra duda y negatividad). De todo lo anterior, parecería que lo menos importante sería la canción, pero así decidieron los kabbalistas nombrar este Shabat. ¿Por qué?
El Rav siempre explicaba que existen dos realidades en todas partes y en todo momento. Existe la realidad del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, en la cual desafortunadamente residimos la mayoría de nosotros. En esta realidad a veces experimentamos cosas buenas y a veces experimentamos cosas malas. Pero exactamente al mismo tiempo existe también otro nivel, la verdadera realidad llamada Etz Jaim, el Árbol de la Vida. La verdadera realidad es que existe únicamente el bien. Nosotros, con nuestra conciencia reducida, aún vivimos dentro del campo del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal y sólo vemos ese mundo.
Al final, el propósito del trabajo que realizamos es traer al mundo a la conciencia real, la conciencia del Árbol de la Vida. El trabajo que realizamos y la elevación espiritual que esperamos alcanzar están enfocados en llevarnos hacia esa conciencia. Si pudiéramos ver hoy este mundo y ver sólo bondad, ése sería el fin, ocurriría el Guemar HaTikún, pero debido a que aún juzgamos y a que no podemos atravesar los velos de la oscuridad del Árbol del Bien y el Mal, no vemos la realidad del Etz Jaim.
Así que, el propósito de nuestro trabajo no es convertirnos en personas espirituales. Realmente es no hacer nada excepto permitirnos tener la conciencia del Árbol de la Vida, la conciencia de que todo es bueno. Todo el trabajo que hacemos y todas las conexiones que realizamos son únicamente para prepararnos para poder tener esa conciencia.
Y esa conciencia es llamada Shirá, canción. Por supuesto, esta canción no se refiere simplemente a una buena canción, más bien representa la unidad. En el Midrash está escrito que cuando los israelitas cantaron en el mar, las palabras que surgieron no provenían de sus propias mentes. En ese momento, toda la naturaleza fue unificada como una en esta conciencia. Por ende, la revelación de los 72 Nombres de Dios y el gran milagro de la División del Mar Rojo no eran lo importante. La revelación de los 72 Nombres de Dios y la División del Mar ocurrieron para permitirles a los israelitas tener la conciencia de Etz Jaim.
Piensa en ello por un momento: la única razón por la cual se revelaron los 72 Nombres de Dios a Moshé y la única razón para que la División del Mar ocurriese era para llevar a los israelitas a la conciencia del Árbol de la Vida.
Se dice en el Midrash que en la canción, los israelitas dijeron: Hashem Yimloj, “el Creador reinará”, pero si hubieran dicho Hashem Melej, lo cual significa que su conciencia podía permanecer para siempre, todo habría terminado allí. ¿Qué quiere decir esto? Los 72 Nombres de Dios fueron revelados a los israelitas, la División del Mar Rojo ocurrió para ellos y ellos se elevaron al punto en el que dijeron: “Podemos ver este mundo y tener la conciencia de Etz Jaim.  Creemos dentro de nuestro ser que podemos ver sólo bondad en este mundo”. Pero incluso en ese momento, ellos aún no creían que ese estado podía permanecer para siempre, y debido a que dijeron Hashem Yimloj, que quiere decir esto es increíble y vemos cómo será todo al final, pero aún no creían que ellos pudiesen traer el fin en ese momento y por ello, ese estado no permaneció para siempre.
Así que, la primera noción es que ésta es la razón por la cual los kabbalistas llaman a este Shabat Shirá; porque el propósito de este Shabat es obtener esa conciencia. No existe ningún otro Shabat en el año en el cual se revele la conciencia de Bila HaMavet LaNetsaj, la eliminación de la muerte para siempre. Y no se trata del trabajo que debemos hacer para despertar esta conciencia, sino que es la conciencia en sí la que se revela en este Shabat. Esta conciencia de Shirá, unidad del mundo, y de Etz Jaim se reveló únicamente en este Shabat. Por ello, el obsequio de este Shabat es conectarnos con esa conciencia  y como tal, es uno de los Shabat de los cuales no puedes realmente hablar y que no puedes explicar, simplemente tienes que experimentarlo.
Acerca de esta porción, el Zóhar deja muy en claro que debes ser muy cuidadoso con lo que hablas; incluso en tu discurso y en tu trabajo espiritual, ya que éste es un Shabat para estar en silencio. Al igual que los israelitas lo hicieron en aquel entonces, en este Shabat cada uno de nosotros puede experimentar la conciencia de Etz Jaim. No se trata de algo que deba entenderse o que deba explicarse, o que pueda obtenerse a través de la oración y el estudio. Si permanecemos en silencio, como lo dice el Zóhar, entonces podemos de hecho experimentar este gran obsequio que no recibimos en ningún otro Shabat. Cada uno de nosotros, en este Shabat, puede al menos saborear la conciencia del Árbol de la Vida.
Pero también debemos que creer que podemos conectarnos con ello. Se dice en el Misdrash, y Rashi lo cita, que después del milagro de la División del Mar Rojo, los israelitas despertaron dentro de sus corazones un deseo por cantar la canción. Esto quiere decir que después de ese increíble milagro, ellos tuvieron una decisión que tomar: 
“¿Creemos en nosotros mismos para alcanzar Etz Jaim? Ellos pudieron haber dicho que no, pudieron haber estado agradecidos con el Creador por el milagro y detenerse allí. Pero no lo hicieron, porque creían en que podían obtener la conciencia y el nivel de Shirá. Y por ello, revelaron ese nivel para ellos mismos.
Así que es muy importante que además de tener un entendimiento de cuál es el obsequio en este Shabat, también tenemos que creer que nosotros mismos podemos alcanzarlo. Porque puedes tener la oportunidad de estar agradecido después de un milagro, pero Shirá no representa el dar gracias. Shirá representa el siguiente paso en el que los israelitas dijeron: “Creo que yo mismo, justo ahora, puedo llegar a conectar con Shirá y conectar realmente con la conciencia de Etz Jaim”, y debido a que creían en que podían hacerlo despertaron la Luz para ellos y para el mundo. Ellos abrieron las puertas para la Redención Final.
Esta es una oportunidad increíble en este Shabat: las puertas del Árbol de la vida están abiertas. No podemos hablar de ello, no podemos ni siquiera pensar en eso… tenemos que conectarnos con ello. Es un Shabat que no sé si la palabra es emoción o si es sentimiento, pero está allí, y tenemos que creer realmente que podemos lograrlo por nosotros mismos. Durante este Shabat, debemos aceptar, como lo hicieron los israelitas, que podemos elevarnos a nosotros mismos y al resto del mundo a ese nivel.
Del Midrash aprendemos que el propósito de Mashiaj y el propósito de nuestra generación es elevarnos a nosotros mismos y al mundo. Este es el Shabat, el Shabat Shirá, la porción de Beshalaj, en donde tomamos esa decisión. Este es el Shabat de elevación de la conciencia para nosotros mismos y para el mundo. Es una oportunidad increíble que espero todos podamos realmente aprovechar. 

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Michael Berg
http://www.michaelberg.net/es/articles/el-shabat-de-la-canci%C3%B3n
Esta semana celebramos un Shabat muy importante, el cual es llamado en el Centro de Kabbalah como el Shabat de los 72 Nombres de Dios. Sin embargo, se dice que los kabbalistas llamaron este Shabat Shirá, el Shabat de la canción. Ocurrieron unas cuantas cosas muy relevantes durante este Shabat: la revelación de los 72 Nombres de Dios, el gran milagro de la División del Mar Rojo, la canción que los israelitas cantaron después de la división del mar, el maná, la pelea con Amalek (quien representa nuestra duda y negatividad). De todo lo anterior, parecería que lo menos importante sería la canción, pero así decidieron los kabbalistas nombrar este Shabat. ¿Por qué?
El Rav siempre explicaba que existen dos realidades en todas partes y en todo momento. Existe la realidad del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, en la cual desafortunadamente residimos la mayoría de nosotros. En esta realidad a veces experimentamos cosas buenas y a veces experimentamos cosas malas. Pero exactamente al mismo tiempo existe también otro nivel, la verdadera realidad llamada Etz Jaim, el Árbol de la Vida. La verdadera realidad es que existe únicamente el bien. Nosotros, con nuestra conciencia reducida, aún vivimos dentro del campo del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal y sólo vemos ese mundo.
Al final, el propósito del trabajo que realizamos es traer al mundo a la conciencia real, la conciencia del Árbol de la Vida. El trabajo que realizamos y la elevación espiritual que esperamos alcanzar están enfocados en llevarnos hacia esa conciencia. Si pudiéramos ver hoy este mundo y ver sólo bondad, ése sería el fin, ocurriría el Guemar HaTikún, pero debido a que aún juzgamos y a que no podemos atravesar los velos de la oscuridad del Árbol del Bien y el Mal, no vemos la realidad del Etz Jaim.
Así que, el propósito de nuestro trabajo no es convertirnos en personas espirituales. Realmente es no hacer nada excepto permitirnos tener la conciencia del Árbol de la Vida, la conciencia de que todo es bueno. Todo el trabajo que hacemos y todas las conexiones que realizamos son únicamente para prepararnos para poder tener esa conciencia.
Y esa conciencia es llamada Shirá, canción. Por supuesto, esta canción no se refiere simplemente a una buena canción, más bien representa la unidad. En el Midrash está escrito que cuando los israelitas cantaron en el mar, las palabras que surgieron no provenían de sus propias mentes. En ese momento, toda la naturaleza fue unificada como una en esta conciencia. Por ende, la revelación de los 72 Nombres de Dios y el gran milagro de la División del Mar Rojo no eran lo importante. La revelación de los 72 Nombres de Dios y la División del Mar ocurrieron para permitirles a los israelitas tener la conciencia de Etz Jaim.
Piensa en ello por un momento: la única razón por la cual se revelaron los 72 Nombres de Dios a Moshé y la única razón para que la División del Mar ocurriese era para llevar a los israelitas a la conciencia del Árbol de la Vida.
Se dice en el Midrash que en la canción, los israelitas dijeron: Hashem Yimloj, “el Creador reinará”, pero si hubieran dicho Hashem Melej, lo cual significa que su conciencia podía permanecer para siempre, todo habría terminado allí. ¿Qué quiere decir esto? Los 72 Nombres de Dios fueron revelados a los israelitas, la División del Mar Rojo ocurrió para ellos y ellos se elevaron al punto en el que dijeron: “Podemos ver este mundo y tener la conciencia de Etz Jaim.  Creemos dentro de nuestro ser que podemos ver sólo bondad en este mundo”. Pero incluso en ese momento, ellos aún no creían que ese estado podía permanecer para siempre, y debido a que dijeron Hashem Yimloj, que quiere decir esto es increíble y vemos cómo será todo al final, pero aún no creían que ellos pudiesen traer el fin en ese momento y por ello, ese estado no permaneció para siempre.
Así que, la primera noción es que ésta es la razón por la cual los kabbalistas llaman a este Shabat Shirá; porque el propósito de este Shabat es obtener esa conciencia. No existe ningún otro Shabat en el año en el cual se revele la conciencia de Bila HaMavet LaNetsaj, la eliminación de la muerte para siempre. Y no se trata del trabajo que debemos hacer para despertar esta conciencia, sino que es la conciencia en sí la que se revela en este Shabat. Esta conciencia de Shirá, unidad del mundo, y de Etz Jaim se reveló únicamente en este Shabat. Por ello, el obsequio de este Shabat es conectarnos con esa conciencia  y como tal, es uno de los Shabat de los cuales no puedes realmente hablar y que no puedes explicar, simplemente tienes que experimentarlo.
Acerca de esta porción, el Zóhar deja muy en claro que debes ser muy cuidadoso con lo que hablas; incluso en tu discurso y en tu trabajo espiritual, ya que éste es un Shabat para estar en silencio. Al igual que los israelitas lo hicieron en aquel entonces, en este Shabat cada uno de nosotros puede experimentar la conciencia de Etz Jaim. No se trata de algo que deba entenderse o que deba explicarse, o que pueda obtenerse a través de la oración y el estudio. Si permanecemos en silencio, como lo dice el Zóhar, entonces podemos de hecho experimentar este gran obsequio que no recibimos en ningún otro Shabat. Cada uno de nosotros, en este Shabat, puede al menos saborear la conciencia del Árbol de la Vida.
Pero también debemos que creer que podemos conectarnos con ello. Se dice en el Misdrash, y Rashi lo cita, que después del milagro de la División del Mar Rojo, los israelitas despertaron dentro de sus corazones un deseo por cantar la canción. Esto quiere decir que después de ese increíble milagro, ellos tuvieron una decisión que tomar:
“¿Creemos en nosotros mismos para alcanzar Etz Jaim? Ellos pudieron haber dicho que no, pudieron haber estado agradecidos con el Creador por el milagro y detenerse allí. Pero no lo hicieron, porque creían en que podían obtener la conciencia y el nivel de Shirá. Y por ello, revelaron ese nivel para ellos mismos.
Así que es muy importante que además de tener un entendimiento de cuál es el obsequio en este Shabat, también tenemos que creer que nosotros mismos podemos alcanzarlo. Porque puedes tener la oportunidad de estar agradecido después de un milagro, pero Shirá no representa el dar gracias. Shirá representa el siguiente paso en el que los israelitas dijeron: “Creo que yo mismo, justo ahora, puedo llegar a conectar con Shirá y conectar realmente con la conciencia de Etz Jaim”, y debido a que creían en que podían hacerlo despertaron la Luz para ellos y para el mundo. Ellos abrieron las puertas para la Redención Final.
Esta es una oportunidad increíble en este Shabat: las puertas del Árbol de la vida están abiertas. No podemos hablar de ello, no podemos ni siquiera pensar en eso… tenemos que conectarnos con ello. Es un Shabat que no sé si la palabra es emoción o si es sentimiento, pero está allí, y tenemos que creer realmente que podemos lograrlo por nosotros mismos. Durante este Shabat, debemos aceptar, como lo hicieron los israelitas, que podemos elevarnos a nosotros mismos y al resto del mundo a ese nivel.
Del Midrash aprendemos que el propósito de Mashiaj y el propósito de nuestra generación es elevarnos a nosotros mismos y al mundo. Este es el Shabat, el Shabat Shirá, la porción de Beshalaj, en donde tomamos esa decisión. Este es el Shabat de elevación de la conciencia para nosotros mismos y para el mundo. Es una oportunidad increíble que espero todos podamos realmente aprovechar. 
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