martes, 21 de diciembre de 2021

Concentrar nuestros ojos y corazón

 


La porción Shemot cuenta la famosa historia del nacimiento de Moshé, su llegada a la casa del Faraón y cómo al final fue elegido para ser quien guiaría a los israelitas para salir del exilio. Por lo tanto, esta porción nos enseña sobre liderazgo y revela una herramienta muy importante que Moshé usó para convertirse en quien sacaría a los israelitas del exilio, una herramienta de la que todos podemos aprender.

Así pues, la porción Shemot dice: “Crecido ya Moshé, salió a donde sus hermanos y vio sus sufrimientos…”. El Midrash explica que Moshé no se quedó viendo simplemente el sufrimiento de su gente; más bien salió específicamente para ver su sufrimiento y “fijó sus ojos y corazón para sufrir por ellos”. 

Lo que nos dice el Midrash aquí es que Moshé sabía de la dificultad que afectaba constantemente a sus hermanos, y también sentía su dolor. Pero si ese era el caso, entonces ¿por qué sintió la necesidad de salir a ver lo que ocurría y concentrar sus ojos y corazón en sentir el dolor?

Moshé nos enseña con esto una de las lecciones espirituales más importantes. Quienes estamos involucrados en trabajo espiritual sabemos que gran parte de nuestro crecimiento depende de cuánto nos esforzamos por ayudar a los demás, tanto espiritual como físicamente. Pero la verdad es que la mayoría nos quedamos muy cortos en esta área. Somos conscientes de que hay dolor y sufrimiento alrededor del mundo, y sabemos que al revelar más Luz del Creador en el mundo, a través del trabajo espiritual, podemos eliminar una parte de la oscuridad que lo provoca. Sin embargo, a pesar de todo este entendimiento no nos motivamos lo suficiente a hacer lo posible por eliminar una parte del dolor y el sufrimiento que hay en el mundo.

Moshé nos muestra en esta porción que no es suficiente saber sobre el dolor que hay en este mundo; tenemos que concentrar verdaderamente nuestros ojos y corazón en ello. Nuestro Deseo de Recibir para Sí Mismo, el cual no nos permitirá levantar ni un dedo si no es en nuestro beneficio, es tan fuerte que ni siquiera nuestra conciencia sobre el dolor nos ayudará a romper nuestra naturaleza y salir a ayudar a los demás por completo. Por eso, debemos recordar constantemente concentrar nuestros ojos y corazón en el dolor; al hacerlo, quizá podamos romper nuestro ego y motivarnos a ayudar a los demás. Esta es una lección muy importante.

Michael Berg

https://www.kabbalah.com/es/articles/focusing-our-eyes-and-heart/

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach