domingo, 15 de enero de 2017

El enemigo creado.

Estamos empezando el segundo libro que generalmente está traducido como Éxodo, pero que en realidad sabemos que el nombre original es "Nombres"

¿Que es lo que nos espera en este segundo libro? 

La revelación de las herramientas espirituales, eso es lo que vamos a poder recibir, y las iremos viendo, pero en este momento quiero platicarles algo muy interesante que a su vez nos compartió Ariel Grunwald en 2012 sobre la apreciación.

Al inicio de esta porción sabemos que Yacov y Yosef ya habían dejado el plano físico, habían pasado años y el Faraón (que era el mismo Faraón de esos tiempos), empezó a ver como el pueblo de los israelitas se multiplicaba y entonces, tras haber olvidado que era lo que el había recibido de Yosef y de esta gente, empezó a caer en una gran falta de apreciación. ¿Y qué fue el efecto inmediato de esta pérdida de apreciación?

Empezó a tener miedo.

Miedo de que fueran tantos que se le rebelaran, miedo a que se pudieran aliar con alguno de los pueblos vecinos y atacarlos, entonces, en su mente, los convirtió en enemigos.

¿A qué te suena? No te parece que todos nos generamos enemigos en nuestras mentes?

Es importante ver esta primera parte del libro que nos habla de este olvido, de esta ingratitud y de esta falta de apreciación, porque es algo que nos sucede a todos en mayor o menor medida. 

Con una vez que algo no sale como nosotros queremos, podemos empezar una teoría de conspiración de que la persona ya no es tan buena, o de que tiene algo contra nosotros, o que nos debe algo...Piénsalo. ve reconociendo como eso pasa en más de una ocasión.

Muchos tenemos historias así. 

Por lo que es una acción de "frustración", entre mil de atención, tenemos suficiente para armarnos una historia de iniquidad (maldad, perversidad, abuso etc.) y empezamos a separarnos, empezamos a interpretar cualquier pequeño acto en vileza o incluso a levantarnos las antenas de que hay "un riesgo" en nuestra contra.

Revisa bien esto porque es un punto importantísimo en nuestra vida espiritual: contra nuestros padres, nuestros amigos, nuestros maestros, etc.

Es una manera muy terrible en que el deseo de recibir para si mismo nos logra hacer creer que merecemos algo de los demás que no estamos recibiendo y mete espacio y separación que solo están en nuestra mente, pero que eventualmente como todo lo que ahí se gesta, se podrá manifestar en el mundo físico como una profecía que se cumple sin darnos cuenta de cómo es que la estamos volviendo realidad por nuestra propia cuenta.

Reflexiónalo Comunidad. No lo dejes pasar. Ve donde estás creando al enemigo.

A trabajar.
Feliz domingo

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach
Basada en clase de Shemot Centro de Kabbalah Ciudad de México
Imagen encontrada en: https://lamenteesmaravillosa.com/te-olvido-me-canse-olvidarme/