Los 12 días de Aries, el día 10, CAPRICORNIO
Lunes 18 de abril de 2016
Bienvenidos al día diez de los 12 días de Aries, que comienza al atardecer el domingo, 17 de abril y termina el lunes a la puesta del sol, abril de 18.
Capricornio es un signo de tierra cardinal. Los meses cardinales son aquellos que aparecen al comienzo de cada temporada y anuncian nuevos comienzos y cambios en curso.
Los signos de tierra tienen el don de la manifestación.
Muy trabajadores e increíblemente aterrizados, los Capricornios pueden caer en la trampa de colocar por encima lo físico por sobre lo espiritual que les da la sensación de inseguridad y de carencia.
El arquetipo del niño interior Capricornio niño interior es una víctima cuando no se ven los resultados de lo que está trabajando en el mundo físico.
Este niño tiene problemas para entender que la verdadera causa de lo que experimentamos en nuestra realidad física existe en el nivel de conciencia. La voz de este niño dice, " Enséñame y luego creo," En lugar de al revés. Este niño siente miedo, se siente limitado, inseguro y aislado.
Todos tenemos un poco de este niño interior dentro.
Tal vez nos obsesionamos con los resultados, en lugar de recibir todo lo que puede adquirirse en el proceso. O tal vez vivimos en un estado de inseguridad permanente porque no sabemos cómo acceder a los frutos de el mundo espiritual.
Al reconocer este pequeño niño dentro, podemos comenzar a encontrar la curación. De hecho, cuando sentimos el dolor de la limitación de este niño, podemos abrirnos a la gracia de un poder superior y abrazar el amor de los que nos rodean.
Consciencia del día: Presta atención a la gente en tu vida más que a las cosas de tu lista de cosas para hacer. Abre tu corazón y participa en algún tipo de oración o la meditación. Antes de hacer algo, pídeselo a la luz de ayuda.
Lo más importante, se amable contigo y con tu niño interior. Eres un trabajo en progreso y un hijo de Dios que te ama. La curación viene de reconocer y asumir la responsabilidad de lo que tenemos que cambiar, no de darnos una paliza a nosotros mismos.
Karen Berg