Sábado 6 de diciembre de 2014
Consciencia diario por Karen Berg
La Biblia habla de la idea del kohen, que significa "sacerdote". Desde una perspectiva, cada uno de nosotros es como un kohen porque, como pueblo de Dios, todos somos puros. No me refiero a "puro" en términos de no hacer las cosas que son terribles; todos hacemos esas cosas. Eso es parte de estar vivos. Decimos las cosas mal, comemos las cosas mal, actúamos de la manera equivocada. Di.os sabe lo que hacemos o dejamos de hacer en la intimidad de nuestra propia casa!
Pero todo esto no importa.
Lo que importa es que todos y cada uno de nosotros ha sido infundido con la chispa del Creador. Así es nuestro trabajo para actuar como un cohen: para estar allí para alguien que nos necesita, para dar un momento de atención, para brindar la sabiduría para el amigo que necesita nuestra ayuda en el medio de la noche.
Somos el pueblo de Di.os, y todos tenemos la capacidad de compartir con quienes nos rodean.
Karen Berg
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La meta última del trabajo espiritual es elevar la fisicalidad. Clase de Michael Beg acerca de Vayishlach 2014.
Es interesante porque habitualmente el concepto que tenemos de trabajo espiritual tiene que ver con rezos y oraciones. Ojo, no quiere decir con esto que hacer ese trabajo espiritual no es parte de la fórmula, claro que lo es, pero algo muy importante de aprender del patriarca Jacob (siendo el más perfeccionado por ser la colúmna central conteniendo la derecha y la izquierda) es que el toda su vida la dedicó a elevar el mundo físico al espiritual.
¿Cómo hacemos esto?
Tenemos que tener esta consciencia de que podemos elevar toda la Creación, en realidad esa es nuestra misión, elevar el mundo físico...por ejemplo, saber que cada vez que comemos la idea es elevar la chispa de energía que está en los alimentos, no meramente ingerir la materia sin mayor noción; otra manera, hacer que tu trabajo sea santo.
Algunos podemos pensar que el trabajo diario que llevamos a cabo es en realidad lo que hacemos para poder ir a nuestras clases de espiritualidad, poder pagar la cuota de admisión o comprar un libro que nos dará Luz al respecto...en realidad nuestro trabajo per se debiera ser inyectado de tal consciencia que ese sea por si mismo un espacio espiritual en el cual elevar este Mundo, de no ser así es trabajo sin fruto.
Inyectar la consciencia del Creador a todo en este mundo.
Cuando Jacob hacía cualquier acción inyectaba esta consciencia: si reparaba un pozo de agua no era solo para que fluyera agua, sino que realmente la Luz fluyera al Mundo. Misma acción física distinta consciencia espiritual.
Cuando tu haces algo, cocinar para otros, impartir un curso, crear una imagen que servira para logo de algo, cualquier acción puede tener este componente.
Por eso Jacob tenía tantos ángeles ...¡Porque los creaba con sus acciones de cada momento!
Lo que es muy importante es pedir siempre tener esta necesidad de tener conexión con el Creador, con esta consciencia. NECESITAR la Luz.
Infundir Luz en todo como nosotros hemos sido infundidos de ella.
Jacob vivió su vida inyectando la luz del Creador a todo.
Vemos que en algún momento Jacob siente miedo en esta porción, pero tenemos que entender que no es ese miedo reactivo que muchas veces nos atrapa a nosotros, el único miedo que debemos tener es el de no tener deseo de desesperado de tener conexión con esta consciencia y con la Luz del Creador.
¿Has visto? Donde estés, eres un sacerdote, un canal de Luz...o al menos tienes ese potencial
¿Qué harás con ello?
Shabbat Shalom
Prana Raquel Pascual
Foto Pinterest