lunes, 11 de febrero de 2013

Lunes, 11 de febrero de 2013 Dejar un legado perdurable

Lunes, 11 de febrero de 2013
Un poderoso ejercicio para despertar nuestra conciencia a lo que es realmente importante es considerar lo que habrás dejado detrás si hoy fuese tu último día.

Las cosas físicas siempre se deterioran; son las cosas no físicas (la sabiduría, el amor, la energía, la amistad, etc.) las que dejan un legado perdurable cuando las damos.

¿Qué puedes dar de ti que vivirá para siempre? 

Yehuda Berg
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Hoy que escanneaba y leía un poquito de Zohar, surgió como muchas veces el nombre de Rabbi Chiya, uno de los entrañables amigos de Rabbí Shimon. Y especialmente de él, lo que nos cuentan nuestros Maestros, es que era el escriba del grupo.

Por eso cada vez que veo su nombre, siento una ola de simpatía, porque por alguna razón, como yo escribo a mis Maestros, quisiera pensar que alguna chispa de su Luz pudiera tocarme, ya que la palabra oral tiene un poder infinito en la manifestación en la energía del Universo, pero la escrita la convierte en perdurable y manifiesta por los siglos de los siglos para que cualquiera que quiera pueda volver a accesar a los secretos y las maravillas del mundo de la sabiduría.

Por eso en aquella ocasión que en tierra de Israel, fuimos a visitar la Idra Raba, el lugar donde estudiaban los diez Maestros y se manifestaba la Luz del Zohar, yo pensé en él. Por supuesto también en Rabí Shimon, inpensable no meditar en él, pero cuando Ariel dijo con esas palabras claras y certeras que siempre tiene (bHa), "Pensemos que estamos sentados donde estos sabios, ¿Donde se sentaría cada uno?" Yo pensé "Espero estar sentada donde Rabbí Chiya, que escribía la Luz".

Y por ello, pienso mucho en que gracias a su trabajo, nosotros hoy podemos tener acceso a la Luz.

Trabajar por una obra eterna, nos retorna a nuestra naturaleza infinita. 

Como esa historia preciosa que seguramente ya les conté algún día, del anciano que plantaba semillas de dátil. 

Alguien se acercó al ver la acción del anciano y le dijo: "Hombre, pues que no ves que eres un viejo? Las datileras tardan años en crecer, y tu no verás el beneficio de lo que estás sembrando. A lo que el sabio hombre le contestó, "Para que yo tuviera dátiles, alguien tuvo que sembrarlas antes para que yo las disfrutara. Así mismo yo siembro estos para que en el futuro, alguien más pueda tambien saborear estos deliciosos frutos". =)

Y eso me remite a otra historia que también siempre me ha gustado mucho:

La del niño que al ver que una oleada había sacado a muchas de las estrellas de mar a la orilla de la playa, donde seguramente morirían, por lo que rápidamente, empezó a agacharse y levantar las que podía y lanzarlas de nuevo a las aguas del mar. 

Un hombre que por ahí pasaba le dijo "Niño, ¿Qué no ves que son miles de estrellas? No vas a hacer una diferencia por regresar una estrella al mar.  El niño en un breve instante se le quedó mirando, levantó otra de las estrellas de mar y la lanzó de nuevo a las aguas donde esa estrella podría seguir viviendo...y repuso "Para esa estrella, eso hizo una gran diferencia".

Trabaja por una obra eterna, tocar una vida y muchas más. No te desanimes si parece que es un esfuerzo de grano de arena.

De granos de arena están hechas todas las playas, de gotitas de agua están conformados todos los océanos.

Sé tu quien haga siempre una diferencia de Luz en la vida de muchos más.

Feliz día Querida Comunidad del Blog.

Prana Pascual

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