Cuando “perdemos el control” con alguien, literalmente lo hacemos. Cuando perdemos los estribos, perdemos una parte de nuestra alma. Ésta queda atrapada en el alma de la otra persona.
Cuando tenemos una confrontación con alguien, lo último que queremos es perder más de nosotros mismos. En lugar de ello, maneja la situación en una forma proactiva. Detente y ve lo que ocurre detrás de la cortina.
Recupera las chispas.
Cuando tenemos una confrontación con alguien, lo último que queremos es perder más de nosotros mismos. En lugar de ello, maneja la situación en una forma proactiva. Detente y ve lo que ocurre detrás de la cortina.
Recupera las chispas.
Yehuda Berg
________________________
Revisando una clase de David Giyham el habla de cómo volver poderosa la consciencia, nos recuerda que hay dos consciencias, la consciencia niño (Katnut) y la consciencia de adulto (Gadnut).
Ves un pastel...¿Quien quiere el pastel? ¿Tu a él o el a ti? =)
Se que parece una pregunta rara, pero a veces nuestra consciencia es tan débil que en realidad es como que el pastel te dijera "quiéreme" y él tuviera más fuerza que tu propia consciencia, porque no puedes detenerte y lo comes.
Después por supuesto viene la culpa, el malestar etc.
Cuando tu consciencia anda volando bajo (y todos tenemos de esos días) observa cómo anda tu Deseo de Recibir para Ti Mismo ¿Cómo?
Pues básicamente observa...¿Qué me es incómodo? ¿Qué quiero controlar a toda costa? ¿Qué está siendo más fuerte que tu mismo? ¿Miedo, desesperanza, impaciencia?
OK.
Stop.
Ahí es donde aplica la restricción. La restricción es esa pausa, ese canal que das para actuar sin que se dispare la reactividad a todo lo que da como tapón de sidra. =)
Tengo la impresión de que todos debemos construir un sistema de canales para no tener esta hiperreactividad. Para algunos será alguna actividad manual, para lgunos será salirse de la escena por un rato. Mientras no estamos cien por ciento por encima de la negatividad tenemos que buscar estrategias de cómo enfriar el agua para que no esté hirviente cuando salga de nuestras acciones.
Volvernos dueños de nuestras respuestas es un gran trabajo pero es ahí donde podemos recuperar algunas chispas, no sentir que nos vendimos al impulso.
Creo que no hay nada más caro en este mundo que ser impulsivo, así que dale una pensada a cual debe ser tu mecanismo de dar proceso a tus respuestas antes de que acontezcan.
Tu te lo agradecerás.
Un abrazo
Prana Pascual
Imagen: www.erepublik.com