viernes, 4 de julio de 2025

Una vida nueva


El episodio en que Moisés golpea la roca (Números 20:2-13) es uno de los momentos más enigmáticos y debatidos de la Torá, y su trascendencia es profunda tanto en la tradición rabínica como en la kabbalista.

¿Qué ocurrió exactamente?

  • El pueblo de Israel, sediento, se queja por falta de agua.

  • Di.os instruye a Moisés a hablar a la roca para que brote agua ante los ojos de la comunidad.

  • Moisés, frustrado y enojado, reprende al pueblo y golpea la roca dos veces con su vara, en vez de hablarle como fue ordenado.

  • El agua brota, pero Di.os le dice a Moisés y Aarón que, por no haber santificado Su nombre ante el pueblo, no guiarán a Israel a la Tierra Prometida.

Desde la perspectiva kabbalista y de los comentaristas clásicos:

  • Desobediencia específica: Di.os pidió que Moisés hablara a la roca, no que la golpeara. Golpear la roca representaba un método antiguo, propio de la generación que salió de Egipto, acostumbrada a la disciplina dura. Hablar a la roca simbolizaba un enfoque más elevado y espiritual, apropiado para la nueva generación que entraría a la Tierra de Israel.

  • Falta de santificación del Nombre Divino: Moisés y Aarón actuaron como si el milagro dependiera de ellos (“¿Sacaremos agua de esta peña para vosotros?”), en vez de dejar claro que era un acto de Dios. Esto fue interpretado como una falla en transmitir la santidad y el poder divino ante el pueblo.

  • Transición generacional: La acción de Moisés debía reflejar el cambio de paradigma: de una generación que necesitaba disciplina física a una que requería guía espiritual y comunicación. Golpear la roca fue quedarse en el pasado, no avanzar hacia el futuro espiritual de Israel.

El episodio es muy comentado y no siempre logramos entenderlo bien, ya que después de tanto esfuerzo parece un poco exagerado que por una sola acción hubiera una consecuencia tan seria, tal que ni Moisés ni Aarón entrarían a la tierra de Israel después de todo.
Y así fue, ninguno de ellos lo logró y murieron antes.

Un comentario personal, no de los eruditos sino de mi propia observación, es que nuestra vida humana es lo suficientemente larga (en promedio) para ver a tu generación y a algunas más, a las que poco a poco vas entendiendo menos, (los rucos y los chavos); empezamos a sentir que pertenecemos más al pasado que al hoy...

En realidad, cuando decimos "en mis tiempos", es un poco absurdo, porque todo tu lapso en esta vida, es "tu tiempo", pero pareciera que en algún momento, nos sentimos pertenecer a más a "allá y a entonces" en vez de a "aquí y ahora".

Cuando claudicamos a ello, pareciera más sabio dejar este cuerpo, esta historia y esta época, para trascender, para tener una nueva oportunidad de renacer refrescados, posibilitados de avanzar sin el peso del cuerpo actual, sin el peso de nuestra historia personal con sus limitaciones.

Creo que por eso Moisés y Aarón también tenían que hacer un cierre.
Sin embargo, en nuestro caso, quiero creer que aún no corre prisa si estamos dispuestos aún a seguir incorporando al mundo , a seguir avanzando con él, pero cuando ya nos empiece a pesar demasiado, cuando empecemos a ser demasiado distintos y hasta críticos con la modernidad, tanto que nos enfade...creo que tener la oportunidad de reiniciar no suena tan mal 😊

P.D. Cuando mi mamá estaba en sus últimos días ya para elevarse, dijo "Necesito una vida nueva"...Yo sentí mucha sorpresa mientras presenciaba su transito en el entrevelo en el que estaba, y la dije..."Si la quieres mami...Así será". Y espero de verdad, que en el orden de los tiempos, ella vuelva a una vida en la que tenga nuevas oportunidades y pueda ser feliz de maneras también nuevas. Di.os así lo quiera.

Shabbat Shalom
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Fuentes de apoyo varias: Perplexity IA

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